HUMO BLANCO-NOV-27-03
Por Clemente Castro González
Las alianzas de los partidos políticos para los comicios del 2024 están algo enredadas, al menos para los ojos del común mortal.
Sucede que los bloques partidistas que se han conformado, si bien muestran interés para ir juntos a la elección ello no aplica de manera total debido a que cada cual trae sus intereses y así es el tema político.
Las reservas en las coaliciones se dan tanto en la tendencia de izquierda, liderada por Morena, con el respaldo del PT y PVEM, al igual que en la de derecha, integrada por el PAN, PRI y PRD. Éste último en mención, es un organismo político que se define de izquierda pero que, a juzgar por sus determinaciones, no desmerece al estar en el llamado bando conservador.
Cabe apuntar que la alianza opositora se registro como “Fuerza y Corazón por México”, que es el Frente Amplio por México y por el lado de la izquierda se bautizó con el nombre de “Sigamos Haciendo Historia”.
Los únicos que van solos y por ello se desmarcan de las negociaciones para “repartir el pastel”, que representan las candidaturas, son el Movimiento Ciudadano (MC) aunque, según los mal pensados, dicho partido le podría estar haciendo el juego a Morena a fin de restarle votos al bloque opositor.
Habrá que estar pendiente durante el proceso sobre los “gestos” que haga el mandatario con licencia de Nuevo León, SAMUL GARCÍA SEPÚLVEDA.
Aunque desde antes de embarcarse en la aventura para convertirse en candidato presidencial, su postura contra el PRIAN ha sido abierta y sistemática porque éstos institutos le han declarado la guerra en Nuevo León, a través del Congreso, que dominan, y mediante declaraciones de
dirigentes nacionales partidistas, con mayor frecuencia de los del tricolor.
El caso es que, los organismos políticos que van en alianza están más que amarrados en lo que respecta a la Presidencia de la República. Más bien el asegún viene en cuanto a la distribución de las candidaturas al senado y diputaciones federales.
Ahí es donde, de hecho, se dio el tironeo y agitaron los ánimos a nivel interno.
Por ejemplo, en el PAN liderazgos reclamaron que el PRI les ganara en los acuerdos ya que logró estar al frente 14 candidatos de primera formula a la cámara alta, mientras que Acción Nacional lo hará con 13 y al PRD le permitieron hacer lo propio con tres.
Sin duda el tricolor sacó ventaja en las negociaciones al argumentar al PAN que ellos cedieron en cuanto a la candidatura presidencial, entre otros puntos.
Al fin de cuentas los prianistas y los del Sol Azteca caminarán de la mano en 253 de los 300 distritos y 30 de las 32 fórmulas al senado y en lo de la candidatura al Ejecutivo Federal.
Con respecto a Morena y aliados establecieron que van juntos en 255 de 300 distritos y 25 fórmulas al senado de las 32 que estarán en disputa.
En cuanto a lo que tiene que ver con lo estatal, en donde no hay candidatos a la gubernatura, podría darse cierta flexibilidad para que los mandos políticos partidistas concreten acuerdos en base a lineamientos que se trazan desde el ámbito central.
Sería interesante que en Tamaulipas las alianzas se concretaran solo por estricta necesidad. Si fuera así, en cuanto a Morena, saldría ganando ya que sus compañeros de coalición no cuentan bases amplias y se cuelgan de la buena imagen presidencial y de la 4T.
A su debido tiempo se definirá si hay acuerdos para coaligarse en algunas de las 43 candidaturas en los ayuntamientos y en cuanto a las 22 diputaciones locales.
De hecho se sabe que, incluso en lo federal, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) se irá por la libre con candidatos propios a la cámara alta.
Esto no es novedad porque en la elección extraordinaria, para elegir a un senador, a principios del año en curso, el Verde compitió con candidato propio mientras que Morena, que es el partido fuerte, llevó de aliado al Partido del Trabajo (PT), un instituto que, pese a tener años operado en la entidad cuenta con un respaldo marginar de parte de los electores.
Se espera que, llegado el momento, el jefe político estatal, facilite la suma de voluntades y acomodos que se requiere para dar continuidad al proyecto que lidera, lo cual debe reflejarse en buenos resultados en los comicios del año entrante.
Algo fundamental es obtener la mayoría calificada en el Congreso y conservar los municipios que en la actualidad tiene Morena y aliados e ir por una cantidad mayor.
Los que no están muy convencidos de las bondades de unirse con el PAN, en las próximas elecciones a diputados y ayuntamientos, son el PRI y PRD.
Incluso se asumen con el derecho de hacerse de la candidatura de primera fórmula al senado lo que, por supuesto, corresponde definir a las dirigencias nacionales.
Pero de que hay molestia de priistas y perredistas ni duda cabe, al grado de que personajes de dichos partidos sostienen que o lo mejor es ir a la competencia solos.
Les late y están en lo cierto, que el panismo cabecista volverá a “agandallarlos” si desde la cúpulas partidistas les imponen lo de la alianza.
AL CIERRE
La que se perfila rumbo a la candidatura al Senado de la República es la Secretaria del Trabajo en Tamaulipas, OLGA SOSA RUIZ.
Así se palapa en el ambiente y lo corroboran las encuestas sobre preferencias electorales.
Sobre éste tema tenemos que, la semana pasada, la empresa ES Research realizó un trabajo de medición en el cual se determinó una muestra de ocho de los 20 aspirantes que se inscribieron en el proceso interno de Morena para competir por un lugar en la cámara alta.
Cabe apuntar que de este conjunto hay cuatro mujeres en la competencia doméstica y de ellas SOSA RUIZ, es la mejor posicionada con 14.6 puntos y le sigue MAKI ORTIZ DOMINGUEZ, dos puntos y medio abajo, es decir, con 12 puntos.
Sin duda ORTÍZ DOMÍNGUEZ es alguien con trayectoria y reconocimiento estatal pero entre los aspectos que deberán sopesarse es lo de la muy segura reelección de CARLOS PEÑA ORTIZ en Reynosa.
Es complicado que la ex alcaldesa pueda estar en la boleta, en calidad de aspirante al senado y su hijo se reelija.
Por lo demás, hay fuerzas morenistas que todavía ven a la doctora con recelo dado su origen panista