Golpe a golpe
Por Juan Sánchez Mendoza
La grotesca intención de Samuel Alejandro García Sepúlveda, de ‘mamar y dar de topes al mismo tiempo’, podría marcar el inicio de su deceso político en Nuevo León, donde es aún gobernador constitucional, pero ‘sin derecho a ejercer el cargo’ mientras el Congreso local sostenga como mandatario a Luis Enrique Orozco Suárez para cubrir un interinato de seis meses.
De acuerdo con la Constitución Política de esa entidad, el ex aspirante a la candidatura presidencial de Movimiento Ciudadano (MC) no puede, por voluntad propia, reasumir el Poder Ejecutivo, por ser esto sólo atribución de la (LXXVI) legislatura en turno.
Y por lo que se ve los diputados de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), que son la mayoría (con 14 integrantes cada uno), no consideran aceptar todavía el retorno de Samuel.
En un comunicado emitido por el mismo Congreso fechado el día 2 del mes en curso, Mauro Guerra Villarreal, presidente de la mesa directiva, dijo que la licencia sigue vigente’, toda vez que sobreseyó la suspensión que se había concedido para que Samuel no se retirara del cargo y la asunción del gobernador interino, quien oficialmente está a cargo del Poder Ejecutivo.
La licencia le fue autorizada del día 2 de diciembre del presente año. Y concluye el dos de junio de 2024.
De ahí que el diputado albiceleste le advierta a García Sepúlveda que, si quiere quedarse ilegalmente en el cargo, será bajo su responsabilidad al violentar el marco constitucional.
Y reitero: “no existe ningún impedimento con la licencia de separación del cargo, ésta sigue vigente”.
El plazo legal para separarse del cargo y poder competir en el proceso electoral como candidato presidencial, venció el día 2, por lo que Samuel al aferrarse con la gubernatura se quedaría como el perro de las dos tortas, de aquí hasta el día de la jornada comicial.
Por otra parte, llama la atención su capricho de no querer soltar ningún hilo del poder estatal, lo que lleva a suponer que en, el fondo, algo esconde y teme salga a la luz pública con un relevo que no le guarde lealtad. Ni esté dispuesto a encubrirlo.
Este su temor es lo que llevaría al gobernador interino a escarbar en la administración estatal tratando de encontrar algún ilícito de Samuel y grupo que lo acompañó en los dos primeros años de su régimen constitucional. Y de hallar desviaciones en su ejercicio lo más seguro es que los denuncie al Congreso local para que éste inicie un juicio político en su contra.
Hay que considerar que también con sus desplantes Samuel Alejandro les hace daño a la de por sí deteriorada imagen de Movimiento Ciudadano, al propietario de éste, Dante Delgado Rannauro; así como al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien impulsara su ‘puntada’ de contender por la jefatura del Poder Ejecutivo Federal cuando en el fondo se trató sólo de una estrategia encaminada a quitarle votos a Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz.
Así que Samuel no es el único perdedor de este desaseado juego.
Infractores electorales
La comisión de actos anticipados de campaña que son sujetos a sanciones por parte del Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM) son evidentes, pero la autoridad no puede actuar en consecuencia hasta en tanto no exista una denuncia formal por parte de los partidos políticos o ciudadanos.
Eso lo saben quienes aspiran a las candidaturas a los ayuntamientos y al Congreso local ya sea como independientes o partidariamente e incurren en la práctica ilegal promocionándose a través de espectaculares, bardas o los grupos de impacto que hacen proselitismo abierto, en calles y avenidas, redes sociales o declaraciones mediáticas buscando desde ahora inducir el voto.
Más todavía en reuniones a las que convocan sus equipos de trabajo y se desarrollan en locaciones privadas.
Desgraciadamente el árbitro electoral carece de autoridad para ejercer vigilancia estrecha de las actividades realizadas por los aspirantes y actuar en consecuencia ante los hechos, mientras estos, repito, no sean denunciados por un partido político o algún ciudadano.
De interino, a sustituto
El período como rector interino de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), es de seis meses, según establece la fracción I del artículo 25 de su Estatuto Orgánico.
Y en el caso de Dámaso Leonardo Anaya Alvarado, él podrá continuar en el cargo tras participar y ganar el proceso que deberá organizar la Junta Permanente constituida en Colegio Electoral –dentro de los próximos cinco meses–, lo que desde ahora advierto será un hecho.
Durante la etapa que reglamentariamente le toca dirigir los destinos de la institución el médico veterinario zootecnista, seguramente, hará un papel digno que le sume adeptos para continuar en el cargo como rector sustituto hasta diciembre de 2025 y con posibilidad de reelegirse para un período de cuatro años.
Cicuta
‘El destape’ de Mariana Gómez Leal, como la precandidata al Senado de la República de la coalición ‘Fuerza y corazón por México’ por lo que toca a la primera fórmula, le allana el camino a morena para ganar la elección.
Empero, ante la pérdida de confianza y carencia de precandidatos, del membrete naranja, la ex presidenta del DIF Tamaulipas podría alcanzar el escaño de primera minoría, mientras su marido Francisco Javier García Cabeza de Vaca entraría a la cámara alta por la vía plurinominal.
¿Ahora qué dirán los abyectos priistas que se dejaron comer el mandado?
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