Tel Aviv. Benjamin Netanyahu ha rechazado una propuesta de Hamas de un alto el fuego de 135 días en Gaza, como parte de un acuerdo que también incluiría la liberación de los rehenes retenidos en la franja. Su rechazo llega en momentos en que las familias de los cautivos señalan que el tiempo se agota para salvar a sus seres queridos.
El primer ministro israelí afirmó que sólo la victoria total sobre Hamas dará seguridad a Israel, después del ataque cometido por los militantes el 7 de octubre pasado, y agregó que se requiere presión militar para asegurar la liberación de los rehenes. El día después es el día después de Hamas. De todo Hamas, expresó.
Ayer, el grupo militante propuso una tregua de cuatro meses y medio, durante la cual se liberaría a los rehenes en etapas múltiples. El acuerdo incluiría también el retiro de las tropas israelíes de Gaza, aspecto que oficiales israelíes han dicho que no aceptarían.
Netanyahu afirmó que las negociaciones con Hamas, en las que Qatar y Egipto sirven de mediadores, no están llevando a ninguna parte, y describió como extrañas las demandas del grupo militante. Funcionarios cataríes han expresado optimismo de que se alcance un acuerdo. El político israelí sostuvo que no hay otra solución a la guerra en Gaza “que una victoria final y completa.
Rendirse a las ilusas demandas de Hamas que ahora escuchamos no sólo no conduciría a liberar a los cautivos, sino que sería invitar a otra masacre, añadió.
Reuters atribuyó a un alto oficial de Hamas decir que los comentarios de Netanyahu eran una suerte de bravuconada política y denotan que intenta continuar el conflicto en la región.
La presión sobre Netanyahu ha crecido semana a semana, tanto en lo interno como en lo externo, con respecto a la guerra en Gaza.
En las 24 horas anteriores, familias de los capturados por Hamas se han reunido con líderes mundiales, entre ellos el primer ministro británico, Rishi Sunak, y diplomáticos cataríes en Londres, así como con el presidente francés, Emmanuel Macron, el rey Felipe VI de España y el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa.
En todas las reuniones, suplicaron a los líderes que apoyen su causa y ayuden a obtener el retorno inmediato de los más de 100 cautivos que permanecen en Gaza.
Entre todo este frenesí de actividad, informes de inteligencia han revelado que hasta 51 de los rehenes restantes han perecido desde que fueron capturados, durante el ataque de Hamas en el sur de Israel, donde asesinó a unas mil 100 personas. Hay temores de que muchos más morirán ante la promesa israelí de intensificar su feroz bombardeo de la franja controlada por Hamas, en el que funcionarios de salud afirman que han perecido más de 27 mil 500 palestinos, en su mayoría mujeres y niños.
Antony Blinken, secretario estadunidense de Estado, quien visitó Tel Aviv ayer, revisó la oferta de alto el fuego después de platicar con líderes de Qatar y Egipto, países que han servido de mediadores en el conflicto. Más tarde se reunió con el presidente Mahmoud Abbas en Ramalá. El diplomático indicó que queda mucho trabajo por hacer con el fin de alcanzar un acuerdo para liberar a los rehenes.
Sin embargo, las familias de los cautivos advirtieron que el tiempo se agota y que hay que actuar. Ahora es el momento de lograr el acuerdo, manifestó Steve Brisley, de Gales de Sur, quien hace campaña para liberar a su cuñado, Eli Sharabi.
Después de reunirse con Sunak en Downing Street, parientes en Londres de los cautivos expresaron que ha habido un fracaso de la diplomacia internacional y apremiaron al gobierno israelí a acceder a cualquier acuerdo que haya sobre la mesa.
Sharone Lifschitz, cuyo padre, Oded, sigue en poder de Hamas, aseveró que Israel tiene que aceptar el acuerdo propuesto por los militantes para salvar vidas. No creo que Israel tenga otra opción. Creo que el contrato entre el gobierno y el pueblo está basado en la seguridad de éste, sostuvo.
Gill Dickmann, cuyo primo Carmel, de 39 años, es otro cautivo, señaló que las familias no saben nada todavía sobre los detalles del nuevo acuerdo y están muy preocupados de que el avance sea muy lento.
Por las declaraciones del primer ministro catarí, esperábamos recibir mucho mejores noticias mucho más pronto, comentó a The Independent.
No tenemos más opción que apresurar las cosas porque perdemos rehenes. En promedio muere un rehén cada dos días y medio.
Ayer, en París, el presidente Macron rindió homenaje a los rehenes para marcar el cuarto mes desde su captura. Ahí, familiares de cautivos franceses expresaron que necesitan “ayuda, no esperanza.
No necesitamos que la gente tenga esperanza por nosotros. Yo tengo esperanza. Lo que necesitamos es ayuda, aseveró Ayla Yahalomi Luzon, hermana del cautivo franco-israelí Ohad Yahalomi. Ohad es ciudadano francés y pido a Francia hacer esfuerzos para liberarlo a él y a todos.
Israel continúa conmocionado por el ataque de Hamas el 7 de octubre, durante el cual militantes traspasaron las barreras fronterizas y embistieron a través del sur de Israel.
Más de 100 rehenes fueron liberados en un acuerdo de tregua de una semana en noviembre pasado, pero Israel cree que un número similar permanece en el territorio sitiado. Sus familias temen que estén en peligro de muerte cada día, al continuar Israel su bombardeo más intenso en la zona, durante una feroz invasión por tierra.
Hamas presentó una nueva oferta de alto el fuego en respuesta a una propuesta anterior redactada por jefes de espionaje de Estados Unidos e Israel y entregada al grupo militante la semana pasada por mediadores cataríes y egipcios.
Según el documento, visto por Reuters, en la primera fase de 45 días todas las mujeres cautivas serían liberadas, al igual que los hombres menores de 19 años y los ancianos y enfermos, en canje por mujeres y niños palestinos retenidos en cárceles israelíes. Este periodo incluiría también un retiro de las tropas israelíes de las zonas más pobladas de Gaza.
La segunda fase se enfocaría en la liberación de los demás rehenes varones, junto con una total retirada militar israelí de Gaza, además de pláticas indirectas para una tregua permanente.
La tercera fase consistiría en el intercambio de los restos de los fallecidos.
Una fuente cercana a las negociaciones declaró a Reuters que la contrapropuesta de Hamas no requiere al principio la garantía de un alto el fuego permanente, pero que tendría que acordarse la terminación de la guerra antes de que los últimos rehenes sean liberados.
Hamas también quiere garantías de que el alto el fuego se mantendría y no se vendría abajo tan pronto como los rehenes queden libres.
Sin embargo, existen profundas diferencias entre los dos bandos en esta nueva versión del acuerdo. Israel ha dicho antes que se negaría a retirar tropas de Gaza o a poner fin a la guerra hasta que Hamas sea aniquilado.
En tanto, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, ha prometido proseguir con su incursión por tierra, avanzando hacia la ciudad sureña de Rafá, que está en la frontera con Egipto y es el último refugio para civiles en Gaza.
El ataque a Rafá, donde se albergan alrededor de un millón de palestinos, ha suscitado alarma entre los grupos y agencias internacionales de derechos humanos. El Cairo ha advertido que el despliegue de fuerzas israelíes en su frontera podría violar un acuerdo de paz de décadas entre las dos naciones.
En Rafá, civiles palestinos que han sido desplazados en múltiples ocasiones advirtieron que no tienen adónde más ir. Nizam, de 35 años, quien vive en una tienda de campaña con su familia, contó a The Independent: Todo lo que podemos hacer es orar por una tregua.
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Traducción: Jorge Anaya