Madrid. La candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, aseguró durante su breve gira por Madrid que no admira políticamente al ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, con el que se reunió el pasado domingo, en lo que ella definió como un saludo y que en cualquier caso él no le da consejos.
La visita de Gálvez a Madrid ha sufrido varios contratiempos; tenía previsto reunirse con el presidente del Partido Popular (PP) y principal líder de la derecha española, Alberto Núñez Feijóo, pero finalmente el encuentro se convirtió en una breve llamada telefónica.
Además, el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa delegó en su hijo, Álvaro, la cita con ella, pero no acudieron ninguno de los dos y la recibió el subdirector de su fundación, Gerardo Bongiovanni.
En su encuentro con empresarios españoles apenas logró reunir a alrededor de 40 personas, la mayoría de perfil medio o bajo. Además, ningún representante del gobierno ni de las fuerzas políticas de izquierda, sobre todo del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), se reunieron con la candidata, que regresará a México este martes.
La candidata del bloque opositor llegó al madrileño hotel Bless (de cinco estrellas y uno de los más lujosos de la ciudad) en una camioneta Mercedes Benz en la que viajaba con todo su equipo, incluido Ildefonso Guajardo, secretario de Economía durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. Su vehículo no iba ni custodiado ni tenía ningún tipo de dispositivo de seguridad especial, como se suele hacer con políticos destacados de otros países que visitan España.
Antes de entrar a su encuentro con los empresarios, organizado por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi), la candidata respondió brevemente a las preguntas de los medios de comunicación.
–¿Nos puede dar más detalles sobre su encuentro con Felipe Calderón? ¿Qué le dijo o qué consejos le dio?
–La verdad es que (Calderón) no me da consejos. Él llegó a un evento para mexicanos que residen aquí en España; él llegó, nos saludamos y lo que vieron ustedes ahí fue lo que pasó.
–¿Usted cree que suma a su campaña hacerse una foto con Felipe Calderón?
–Es un mexicano que vive aquí y yo soy una mujer educada. No tengo una mala relación con él.
–¿Admira políticamente a Felipe Calderón?
–No. Él hizo su trabajo. Él tiene su visión sobre México y yo tengo mi propia visión y mis propias ideas; son distintas, pero no implica no compartir con él un saludo.
Después, ya dentro del hotel, Gálvez profundizó en dos mensajes recurrentes en su visita: la pausa de las relaciones bilaterales por la negativa de España de pedir perdón por los atropellos durante la Conquista y, en segundo lugar, la situación de la inseguridad pública en México, en la que presentó un panorama apocalíptico ante los potenciales inversores, a los que incluso dijo que no me los imagino llegando (con sus inversiones) a Fresnillo, Zacatecas, el municipio más violento de México.
Acerca de la primera cuestión, Gálvez señaló: No podemos responsabilizar a los españoles de hoy de temas que pasaron en el pasado… La discordia reciente ha sido artificial, estéril y sólo motivada por mezquindades políticas. España y México, como naciones hermanas, han hecho grandes hazañas trabajando en armonía. No tengo la menor duda de que volveremos a construir juntos.
En cuanto a la inseguridad pública, Gálvez afirmó que México ha sido gobernado sin respeto por la vida humana. Con las mentiras de un tlatoani se ha perdido el valor de la verdad. Con el miedo a los criminales todos los mexicanos hemos reducido nuestro territorio de libertad. Vida, verdad y libertad son tres valores que están en juego en esta elección.
Y añadió, dirigiéndose a los potenciales inversores españoles en México: “Es importante que en España también tengan claro que en México, aparte de la brutal inseguridad –hoy mismo asesinaron de manera brutal y violenta a tres jóvenes en Villahermosa–, lo que está en juego es la democracia. No me imagino a ustedes llegando (con sus inversiones) a Fresnillo, Zacatecas, que es el municipio más violento del país. Un 98 por ciento de la gente en ese municipio se siente insegura. O llegar a ciertas regiones donde ahora es prácticamente imposible que exista seguridad”.
La candidata del bloque opositor reconoció, acto seguido, que el modelo de Nayib Bukele en El Salvador tiene el mérito de que devolvió la paz y la tranquilidad a los salvadoreños, pero ese sistema en México no se puede aplicar porque “allá son maras y acá son cárteles de la droga”.
Entre los asistentes al encuentro con Gálvez no había ninguno de los grandes empresarios del país ni representantes de las grandes multinacionales con intereses en México, con excepción de Luis Fernando Martín Amodio, presidente de OHLA, constructora con fuertes inversiones. También había algunos políticos retirados ya de la vida pública y con una agenda limitada, como Trinidad Jiménez, ex ministra de Exteriores de España, o Luis Cueto, ex vicealcalde de Madrid.
El resto de la agenda de la candidata fue privada, en la que, según su equipo de campaña, se reunió con otros empresarios, pero cuya identidad no podemos revelar. Además mantuvo tres entrevistas con medios de comunicación, los diarios El País y El Mundo, y la agencia pública de noticias Efe. Las demás actividades programadas eran sus encuentros con el líder del PP, Núñez Feijóo, y con el Nobel Mario Vargas Llosa.
En el primer caso, no se produjo y se limitó a una llamada telefónica, al parecer por la agenda del político español, que tuvo que viajar a Cádiz por el asesinato de dos agentes de la Guardia Civil el pasado viernes por la noche. Y en relación con su cita con Vargas Llosa, el escritor delegó el encuentro a su hijo Álvaro, el polémico ensayista autor de Manual del perfecto idiota latinoamericano, quien finalmente tampoco acudió a la cita, así que fue recibida por el que funge como consejero y subdirector de la Fundación Internacional para la Libertad (FIL), Gerardo Bongiovanni, quien estuvo además acompañado del ex consejero de Economía de la Comunidad de Madrid Javier Fernández-Lasquetty, que ahora pertenece a un despacho de abogados.
Tampoco se reunió ni con dirigentes del PSOE ni del gobierno español, del socialista Pedro Sánchez. Gálvez tiene previsto volver a México este mismo martes.