Sequía y saqueo

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Golpe a golpe
Por Juan Sánchez Mendoza
Durante décadas, la cuenca Río Guayalejo-Tamesí ha registrado el robo de agua por parte de particulares.
Ese infame atraco, aunado a la sequía de los últimos ocho años redujo drásticamente su nivel; y ha puesto en grave riesgo el consumo humano de quienes habitan en Altamira, Tampico y Ciudad Madero. Como de todos los sectores usuarios.
Afecta, también a ejidatarios Palmillas, Jaumave, Llera, Gómez Farías, El Mante, Xicoténcatl y González, pues el cauce en distintos tramos ha sido desviado por empresas y/o terratenientes, impidiéndoles regar sus parcelas en tiempo y forma.
El saqueo ha sido denunciado regularmente ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua) –concretamente ante el organismo de la Cuenca Golfo Norte, cuyo titular actual es Jaime Gudiño Zárate–, pero no ha sido frenado drásticamente, aún.
A partir de hoy, las cosas cambiarían, porque se pondrá en marcha un operativo para combatir la extracción irregular de agua; aunque también se impedirá su utilización para cualquier actividad ajena al consumo humano.
Esto lo acordaron el gobernador Américo Villarreal Anaya y el director general de la Conagua, Germán Martínez Santoyo, por ser el mejor camino para garantizar que el sistema lagunario del sur de Tamaulipas no entre en una crisis severa ya que, inmerso, está el derecho fundamental humano de tener acceso al agua.
La legalidad
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dispone, en su artículo cuarto, que “toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible”.
Y la Ley (reglamentaria) de Aguas Nacionales, en su artículo vigésimo, del capítulo dos, establece que: “La explotación, uso o aprovechamiento de aguas nacionales por parte de personas físicas o morales se realizará mediante concesión otorgada por el Ejecutivo Federal a través de la Conagua por medio de los organismos de cuenca, o por ésta cuando así le competa, de acuerdo con las reglas y condiciones que establece esta Ley, sus reglamentos, el título y las prórrogas que al efecto se emitan”.
Pero también determina sanciones para quienes abusen de su uso.
Basta echarle un vistazo al capítulo III Bis de esta ley:
Artículo 29 Bis 2: “Se suspenderá la concesión a quien (fracción III) se oponga u obstaculice el ejercicio de las facultades de inspección, la medición o verificación sobre los recursos e infraestructura hidráulica concesionada o asignada, por parte del personal autorizado; esto independientemente de la aplicación de las sanciones que procedan…”
La ley prohíbe la explotación, uso o aprovechamiento ilegal de aguas nacionales a través de infraestructura hidráulica sin contar con el permiso con carácter provisional, concesión o asignación que se requiera conforme a lo previsto en la ley, o en el caso de pozos clandestinos o ilegales.
Actualmente, la Ley de Aguas Nacionales sólo establece que el robo de agua es una falta con sanciones administrativas…
Y por eso urge una reforma para sancionar más drásticamente el robo de agua.
Igual determina que son delitos:
“Explotar, usar o aprovechar aguas nacionales residuales sin cumplir con las Normas Oficiales Mexicanas en la materia y en las condiciones particulares establecidas para tal efecto (fracción segunda del artículo 119);
“Explotar, usar o aprovechar aguas nacionales en volúmenes mayores a los autorizados en los títulos respectivos o en las inscripciones realizadas en el Registro Público de Derechos de Agua” (fracción tres);
“Ocupar o aprovechar vasos, cauces, canales, zonas federales, zonas de protección y demás bienes a que se refiere el Artículo 113 de esta Ley, sin el título de concesión” (fracción cuatro); y
“Alterar la infraestructura hidráulica autorizada para la explotación, uso o aprovechamiento del agua, o su operación, sin el permiso correspondiente” (fracción cinco).
Diagnóstico puntual
Desde hace meses la Secretaría de Recursos Hidráulicos para el Bienestar del Gobierno de Tamaulipas –hoy a cargo de Raúl Quiroga Álvarez–, viene trabajando en el tema con: a) visitas físicas de inspección; b) sobrevolando la cuenca con drones para detectar aprovechamientos; y c) sobrevuelos en avión en busca de irregularidades.
Esto lleva a suponer que ya cuenta con un diagnóstico puntual. Y que, con apoyo de las guardias Nacional y Estatal, la Conagua iría directamente a las tomas para revisar su situación y sancionar a:
1) Quienes no tengan títulos de concesión, quitándoles la posibilidad de estar bombeando;
2) Quienes tengan títulos de concesión, pero no tengan autorizado extraer durante el periodo de estiaje, quitándoles también la posibilidad de extraer agua de la cuenca; y
3) Quienes incluso tengan título de concesión de un uso no prioritario, impidiéndoles que sigan saqueando al río.
Con la medida se marcará un precedente histórico de que el único uso prioritario del agua, es el de consumo humano.
Cicuta
Los terratenientes y caciques que suelen robarse el agua de la cuenca Río Guayalejo-Tamesí, seguramente ya andan en corrida…

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