Ciudad de México. La actual administración federal ha recuperado 90 hospitales en todos los estados del país que –por razones sobre todo ligadas a la corrupción en pasados gobiernos– se encontraban en obra negra, en el abandono, sin funcionamiento y sin equipo ni plantilla suficientes, informó ayer el titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo.
En la mañanera presidencial, el funcionario presentó un informe sobre la rehabilitación de estos espacios de salud, en los que no se realizaban operaciones, consultas ni estudios auxiliares de diagnóstico, y que fueron proyectados en regímenes del periodo neoliberal.
Algunas de estas unidades médicas, dijo, pertenecían a las secretarías de Salud de los estados o al extinto Seguro Popular, y fueron rescatadas y puestas en operación en este gobierno, ya sea para el IMSS, el Issste o IMSS-Bienestar.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador subrayó que se están terminando estas obras inconclusas, porque en el periodo de la corrupción neoliberal nada más hacían los hospitales para robar, aunque parezca increíble.
Afirmó que las empresas contratistas se hacían de los proyectos pero no terminaban las obras, y a los gobiernos, incluidos los estatales, lo único que les importaba era el contrato, relacionarse con los contratistas predilectos del régimen.
Dijo que había 10 firmas que construían carísimos los hospitales en el país, y desde la Federación eran recomendadas a los mandatarios locales.
Robledo presentó algunos casos paradigmáticos por cada estado, como el Hospital General de Pachuca, que inicialmente era una obra del Seguro Popular; estuvo 15 años en el abandono y fue recuperado por el gobierno federal, que invirtió 958 millones de pesos para concluirlo y equiparlo, por lo que se puso en operación en marzo de 2022.
En Oaxaca, destaca el Hospital de la Mujer y del Niño Oaxaqueño, que empezó a edificarse en 2009 –en el sexenio del panista Felipe Calderón– y estuvo 10 años en el abandono; la inversión inicial fue de 100 millones de pesos y no se terminó. Luego de transferirlo en 2022 al IMSS-Bienestar, ha recibido 751 millones de pesos y se prevé que en unos meses pueda ponerse en operación con 120 camas.
Una entidad que no forma parte del programa de federalización es Chihuahua, donde en diciembre de 2014 se colocó la primera piedra de lo que sería un hospital de especialidades en oncología para personas sin seguridad social en Ciudad Juárez, y se esperaba concluirlo en 2016.
Robledo dijo que incluso hubo un acto de inauguración, cuando no fue construido y menos equipado. La Auditoría Superior de la Federación detectó anomalías en la licitación.
Después de resolver el régimen de propiedad de ese terreno en Ciudad Juárez, en 2022 se determinó la donación al IMSS; ahí se edifica el nuevo hospital de zona, con inversión 2 mil 643 millones de pesos y se pondrá en operación en agosto con 260 camas, señaló.