Por: César Alemán.
Cd.México.- En la historia del fútbol mexicano, Cruz Azul ha sido un equipo marcado por su búsqueda incansable de la gloria. A lo largo de los años, han experimentado altibajos, con victorias resonantes y derrotas devastadoras en finales de la Liga MX. Sin embargo, este año, bajo la dirección del técnico argentino Martín Anselmi, parecen haber encontrado una nueva determinación. A pesar de las difíciles pruebas del pasado, se aferran a su esencia y se preparan para desafiar las expectativas en esta quinta final.
La esencia de Cruz Azul se remonta a sus raíces en las cementeras de Ciudad Cooperativa, donde se convirtió en un símbolo de orgullo para los trabajadores. Aunque han enfrentado momentos difíciles, incluido el famoso «cruzazulear», el equipo se niega a dejarse definir por su pasado. Bajo la tutela de Anselmi, han adoptado una mentalidad de unidad y resiliencia, listos para enfrentar cualquier desafío que se les presente en el camino hacia la victoria.
Por otro lado, el América, su rival en esta final, también se prepara para el enfrentamiento con determinación. El técnico brasileño André Jardine reconoce el desafío que representa Cruz Azul y la importancia de no subestimar a su oponente. Con ambos equipos listos para darlo todo en el campo, la final se perfila como un encuentro épico lleno de emoción y rivalidad deportiva.
En las horas previas al partido, los seguidores de ambos equipos esperan con entusiasmo el desenlace de esta batalla en el campo. Con el estadio Ciudad de los Deportes listo para recibir a los jugadores, la tensión está en el aire y la expectativa alcanza su punto máximo. Para los aficionados de Cruz Azul, esta final representa la oportunidad de redimirse y escribir un nuevo capítulo en la historia del club.