El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que la relación con la Embajada de Estados Unidos en México ha sido pausada después de que el jefe de la misión diplomática, Ken Salazar, expresó su opinión sobre la inviabilidad de la elección de jueces, magistrados y ministros en México. Aunque aclaró que no se trata de un asunto personal, López Obrador consideró que la injerencia en temas que corresponden exclusivamente a los mexicanos es inaceptable. El presidente subrayó que es necesario respetar la soberanía nacional y afirmó que, mientras él esté en el cargo, no permitirá ninguna violación a la Constitución.
López Obrador también dejó en claro que la postura de la embajada refleja una directriz del Departamento de Estado de EE.UU. y no solo una opinión individual. Criticó que tanto EE.UU. como Canadá se pronuncien sobre asuntos internos de México, señalando que estas acciones conjuntas son inapropiadas. Finalmente, el mandatario destacó que aunque cualquier gobierno tiene derecho a opinar, la soberanía de México debe ser defendida y respetada, y manifestó que su sucesora, Claudia Sheinbaum, también continuará con esta postura de proteger la autonomía del país.