El ministro Alberto Pérez Dayán pasó de ser considerado un aliado a convertirse en blanco de duras críticas por los trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) tras su voto a favor de la reforma judicial que modificó el panorama del sistema judicial mexicano. Desde temprano, los empleados de la Corte confiaban en que con su voto se invalidarían aspectos clave de la reforma, pero la decisión de Pérez Dayán desató un fuerte rechazo. En las manifestaciones afuera de la SCJN, los trabajadores y simpatizantes lo acusaron de traición, calificando su voto como una deshonra para la institución.
La protesta, que congregó a más de 2,000 personas, se tornó un escenario para la participación de políticos y empresarios, entre ellos Xóchitl Gálvez y Claudio X. González, quienes se unieron al rechazo a la reforma. A pesar de los esfuerzos de manifestantes y organizaciones sociales por defender la independencia del PJF, los ministros concluyeron que la reforma se mantendría vigente, lo que generó un sentimiento de derrota entre los asistentes, quienes calificaron el día como «de luto» para la justicia en México.