Ciudad de México – Después de una conversación telefónica de 45 minutos entre la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a petición de México, se acordó pausar la imposición de un arancel del 25% sobre las exportaciones mexicanas hacia EE. UU. por un mes. Durante este tiempo, ambos gobiernos trabajarán en mesas de trabajo sobre temas clave como seguridad, migración y comercio.
En una conferencia posterior, Sheinbaum destacó los acuerdos alcanzados, subrayando que uno de los puntos centrales fue la revisión de la introducción ilegal de armas a México desde Estados Unidos. Según la presidenta, estas armas de alto poder fortalecen las organizaciones criminales dentro del país. “Le expliqué la gravedad de la cantidad de armas de alto poder que entran desde EE. UU. a México, las cuales arman a los grupos delictivos y les otorgan poder de fuego. Le pedimos que ayude a evitar este tráfico de armas hacia México», detalló Sheinbaum.
La presidenta también mencionó que, desde el pasado viernes, México había solicitado formalmente a la Casa Blanca una conversación para abordar esta situación. Finalmente, dicha plática se concretó hoy. Según Sheinbaum, fue una llamada extensa, de más de media hora, en la que ambos mandatarios discutieron los términos de la suspensión de los aranceles. «Le pedí que se suspendieran los aranceles y él preguntó cuánto tiempo necesitábamos. Yo le dije que siempre, pero luego formalizó la propuesta de una pausa inicial de un mes», comentó la mandataria.
Confiada en que los acuerdos entre los equipos de ambos países podrán fructificar, Sheinbaum destacó que se acordó un plan de acción en materia de comercio, sugiriendo que los secretarios de Economía de México y Comercio de Estados Unidos trabajen de manera conjunta para alcanzar resultados concretos.
Además, la presidenta mexicana anunció que, como parte de los compromisos del gobierno de México, se enviarán 10 mil elementos de la Guardia Nacional a la frontera norte para reforzar la seguridad y evitar el tráfico de drogas, en particular el fentanilo, hacia Estados Unidos. Como contraprestación, Washington se comprometió a colaborar en la lucha contra el tráfico de armas ilegales hacia México.
La conversación también implicó un acuerdo en cuanto a la seguridad, con ambos gobiernos iniciando de inmediato trabajos en dos frentes: seguridad y comercio. De esta manera, los aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas quedan en pausa por un mes, mientras ambas naciones avanzan en estos temas críticos.
Con estos acuerdos, se espera que las relaciones bilaterales se fortalezcan y que se logren avances sustanciales en la solución de los problemas que afectan tanto a México como a Estados Unidos.