Salud y Bienestar para Niñas, Niños y Adolescentes…

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CRONOLOGÍA

POR: CARLOS ÁLVAREZ

 

La obesidad y el sobrepeso son de los grandes problemas de salud pública que viven y enfrentan un gran sector de la población en México, principalmente afecta a niñas, niños y adolescentes por la ingesta cotidiana de alimentos con grandes cantidades de azúcares, grasas saturadas, alto contenido de sodio y el sedentarismo.

Los alimentos chatarra son los principales factores de riesgo para la salud de las personas que los consumen, debido al alto contenido de grasas, azúcar y sodio, pocos nutrientes, conocidos como productos ultraprocesados que tienden a causar enfermedades crónicas como obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión, cardiovasculares, cáncer, problemas digestivos, renales y además pueden provocar otros efectos dañinos a la salud como debilitar el sistema inmunológico, aumenta el riesgo de depresión, de problemas de sueño, generar asma, provoca fatiga, debilita y ocasiona problemas de memoria y aprendizaje.

Estos productos tienen un alto contenido calórico y un bajo valor nutricional, algunos de éstos son: papas fritas, caramelos; panes empaquetados, tortas empaquetadas; bebidas gaseosas y azucaradas con jugo de fruta; bebidas de chocolate; productos ultraprocesados listos para comer.

Estos alimentos, también conocidos como “comidas rápidas”, incluyen pizzas, hamburguesas y perros calientes; nuggets, sopas, pastas y postres en polvo o envasados, entre otros.

De 2020 a 2022, la prevalencia de obesidad en menores escolares del país fue de 18.1%, mientras que en adolescentes fue de 17.2%, así lo informan los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2022.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, la obesidad es una enfermedad multifactorial y compleja que requiere de estrategias integrales para su atención, por lo que las autoridades de educación y por disposición oficial a partir del 29 de marzo en todas las escuelas de los diversos niveles educativos del país, habrán de vender y consumir alimentos saludables y con alto contenido nutricional para fomentar una alimentación de calidad para una buena salud y bienestar físico, mental y social de menores y adolescentes.

Las autoridades de educación en coordinación con las de salud y otras dependencias de los tres órdenes de gobierno, trabajan con dedicación en promover y llevar a cabo estrategias y acciones para garantizar y mejorar las condiciones de salud e higiene y alimentación en cada uno de los planteles para favorecer la calidad de vida y aprendizaje de niñas, niños y adolescentes.

Estas medidas permiten contrarrestar los malos hábitos alimenticios y eliminar de las cooperativas escolares todo alimento chatarra.

El consumo de productos procesados y ultraprocesados por niñas y niños en edad escolar se ha asociado a baja estatura y poco rendimiento.

Los riesgos de consumir alimentos poco saludables son factores que pueden ocasionar la muerte y discapacidad, debido al alto consumo de sodio, azúcares o grasas saturadas.

Cabe destacar, que la deficiencia de hierro y bajos niveles de vitamina B12 en la edad escolar, se asociaron con problemas de comportamiento en la adolescencia, como agresividad y ruptura de normas, ansiedad y depresión entre otros.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) a través de un informe consideró que el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados preenvasados es una de las principales causas de los alarmantes altos niveles de mala nutrición en México, particularmente en lo referente a sobrepeso y obesidad: 12.7 millones de niñas, niños y adolescentes de entre 5 y 19 años están en situación de sobrepeso y obesidad, es decir el 41% del total de ese grupo de edad (ENSANUT 2020).

Asimismo destaca que todos los días, niñas, niños y adolescentes en México consumen alimentos no recomendables, diariamente el 80% ingieren bebidas endulzadas y más del 50% botanas dulces y postres, el 40% de las calorías que consumen a diario proviene de productos ultraprocesados preenvasados, pobres en nutrientes y con exceso de ingredientes dañinos para la salud como el azúcar, la sal, las grasas saturadas y las grasas trans. (ENSANUT 2018-2019).

Por otra parte, según la Encuesta de Salud y Nutrición (ENSATU) 2020-2023 reveló que 5.7 millones de estudiantes de 5 a 11 años tienen obesidad, mientras que 10.4 millones de alumnas y alumnos de 12 a 19 años padecen esta enfermedad. Y el informe además reveló que 7 de cada 10 escolares y 5 de cada 10 adolescentes no realizan ninguna actividad física.

Mientras que un monitoreo realizado por las autoridades de educación del país, durante el ciclo escolar 2023-2024, detectaron que en 10 mil 533 escuelas, en el 98% de los planteles se vendía comida chatarra, de los cuales el 95% eran bebidas azucaradas; el 79% refrescos, en el 77% había venta externa de comida chatarra, y en el 25% se contaba con publicidad de comida chatarra.

Ahora en cada una de las escuelas del Sistema Educativo Nacional habrán de contar con expendios de alimentos y bebidas preparadas de manera saludable y altos niveles de nutrientes y proteínas y tendrán la responsabilidad entre sus labores académicas de fomentar estilos de vida saludables y con calidad alimenticia.

Las políticas públicas son eficaces porque promueven vida saludable y protegen la salud de la sociedad, el programa “Vive saludable, vive feliz”, presenta lineamientos vitales y de suma importancia para el bienestar y desarrollo nutricional de la población infantil y juvenil del país.

Entre algunos temas rectores que plantea realizarse son: impedir la venta de alimentos ultraprocesados y con bajo valor nutricional en espacios escolares; promover el consumo de agua natural en las escuelas; capacitar a las autoridades y personal responsables de las cooperativas escolares para priorizar el consumo de alimentos locales y de temporada, promover la actividad y práctica deportiva, entre otras acciones.

Las estrategias del gobierno federal son positivas y el programa: “Vive Saludable, Vive Feliz” tiene entre sus acciones evaluar la salud de los estudiantes a través de medición de peso y talla a los menores para valorar los avances y desbalances nutricionales.

Se realizará valoración visual, revisión de salud bucal y se llevarán a cabo pláticas y eventos que abordarán temas sobre alimentación nutricional e higiene.

El cambio de hábitos alimenticios, la activación física, una mejor nutrición y la participación activa y comprometida de maestros, padres, madres, familiares que tengan a su cargo la responsabilidad educativa y alimenticia de los menores contribuirá a fortalecer las políticas públicas del Gobierno Federal y garantizarán una población infantil y juvenil sana y fuerte para el progreso y bienestar de México.

Así las cosas….

¿Y Usted, qué Opina..?

Nos vemos a la próxima….

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