¿Y las campañas?

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Golpe a golpe
Por Juan Sánchez Mendoza
Los candidatos a juzgadores obligados están a promover su imagen en las campañas proselitistas que hoy cumplen 12 días, pero en terreno y no sólo a través de las redes sociales, pues sólo así podrían obtener el voto de los ciudadanos que los lleve al Poder Judicial, sin esperar a que el día de la jornada comicial una fuerza divina induzca sufragios en su favor.
Hasta ahora, hay un vacío entre ellos y la sociedad, porque no existe de su parte una comunicación abierta y directa con la sociedad.
Esto no significa que baste para el triunfo un baño de pueblo. Ni las poses demagogas, aunque muchos de los candidatos crean y alardeen que su simple presencia basta y sobra para alzarse con la victoria en junio próximo.
De ahí que los contendientes, todos, por beneficio propio deban asumir la responsabilidad de hablarle al pueblo con la verdad, sin falsas promesas ni palabras huecas, y en un desplante de ética (¿sabrán qué es?) se den la oportunidad de escuchar (sin agachar la mirada) las inquietudes de quienes tienen la decisión de que alcancen o no sus objetivos en esta justa.
Y es que un pueblo que es tomado en cuenta puede dar real sustento al proceso electoral y restarle poder a la anarquía, al desorden, al rumor y a otros instrumentos de competencia electoral arcaica, que por salud del mismo sistema judicial no debieran presentarse.
Hasta hoy, incluso, en los 43 municipios de Tamaulipas, la gente no ubica a la mayoría de aspirantes a juzgadores, federales y estatales, pero tampoco se deja engañar.
Por eso los ciudadanos que de una u otra forma aparecen como actores principales del proceso comicial quieren estar enterados del alcance y los objetivos de cada candidato a ministro, magistrado o juez, para no dar lugar a interpretaciones irresponsables que mermen aún más la dañada credibilidad que existe hacia los juzgadores.
Es aquí, entonces, cuando cobran mayor importancia los medios de comunicación masiva, que hacen más oportuna y ágil la información generada en el actual proceso, alentando la verdadera reconstrucción del Poder Judicial.
Por tanto, así como avanza la pluralidad, los medios de comunicación y los candidatos deben contribuir a la formación de una conciencia estatal crítica y responsable, sin suspicacias.
La recompensa, claro está, será muy alta: ver a los tamaulipecos comprometidos y actuantes, libres, en el proceso electoral para designar juzgadores, donde no tienen cabida los demagogos ni oportunistas que buscan publicitar cuanta mentira se les ocurre, so pretexto de ser la solución a la podredumbre judicial.
Disfunción fronteriza
La explosión demográfica de cualquier localidad fronteriza trae consigo problemas que ameritan ser atendidos adecuadamente, pues de locontrario más temprano que tarde provocarían crisis social.
Incluso, rebasarían todo control de la autoridad.
Entre las disfunciones más comunes sobresalen la inmigración, el desempleo, la inseguridad y la carencia de servicios públicos adecuados.
Cotidianamente somos testigos de las críticas fundadas hacia la burocracia municipal de parte de la ciudadanía, al comprobar cómo le sacan la vuelta a la necesidad de apoyar a los ciudadanos con obras, pese a que éstos tratan de pagar puntualmente sus contribuciones
Drenaje, pavimentación, agua potable, alumbrado, seguridad, vivienda, servicios de salud y transporte público, son algunas asignaturas que siempre han estado pendientes de resolver en las ciudades fronterizas, en tanto que éstas crecen a ritmos vertiginosos y los presupuestos se achican ante la problemática.
En este contexto se acarrean verdaderos lastres para regular el desarrollo urbano fronterizo, mientras las dificultades siguen al alza porque no existe una adecuada planeación estratégica mediante la cual se visualice el desarrollo y fortalecimiento de esa zona limítrofe con Estados Unidos.
Por eso es necesario construir nuevos mecanismos de gestión y administración pública, que permitan a los ayuntamientos fronterizos encarar en mejores condiciones los retos de desarrollo y la competitividad.
Los alcaldes saben que es tiempo de impulsar nuevas iniciativas que aceleren la integración regional y fortalezcan el crecimiento de las comunidades fronterizas, pero no todos, pues en el caso de la alcaldesa de Nuevo Laredo y el munícipe de Reynosa, Carmen Lilia Cantúrosas Villarreal y Carlos Víctor Peña Ortiz, respectivamente, lo más importante es hacer futurismo, como puntualmente lo han consignado algunos analistas y lo comentan cotidianamente hasta algunos de sus más cercanos colaboradores.
El caso de los ediles de la llamada frontera chica se cuece aparte, ya que estos han optado por no meterse en problemas políticos que no son de su incumbencia y tratan de llevar la fiesta en paz.
En fin, esta es sólo una pequeña observación del escenario político-administrativo que, por cierto, reflejaría la frontera tamaulipeca al inicio del período vacacional que en sus territorios registran harto movimiento por el retorno y/o la visita de miles de migrantes en su tránsito hacia sus estados de origen.

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