Intríngulis
Juan Carlos López Aceves
De acuerdo a los números del “Anuario Pontificio 2025”, publicado en marzo pasado por la Oficina Central de Estadísticas Eclesiásticas, de la Secretaría de Estado, entre 2022 y 2023 el número de personas católicas en el planeta, se incrementó 1.15%, al pasar de 1,390 a 1,406 millones.
La distribución de los católicos bautizados en el mundo, coloca el 47.8% en el continente americano, registrando un aumento bianual de 0.9%, siendo en Sudamérica en donde habita el 27.4%, destacando Brasil, con un registro de 182 millones de católicas y católicos, que representan el 13% de la población mundial católica.
En África se concentra el 20% de la población católica mundial, confirmando una fuerte expansión de la Iglesia Católica en esta continente, destacando un crecimiento de 3.31%, al pasar de 272 a 281 millones de personas, en donde la República Democrática del Congo encabeza la lista con casi 55 millones y Nigeria con 35 millones de personas católicas.
Asia registró un aumento del 0,6%, que constituyen alrededor del 11% del total mundial. Filipinas y la India albergan las mayores poblaciones católicas del sudeste asiático: 93 millones y 23 millones, respectivamente.
Finalmente, en Europa se localiza el 20,4% de la comunidad católica mundial, mostrando un incremento de solamente 0.2%, destacando la grey católica de Polonia, Italia y España, de acuerdo al “Anuario Pontificio 2025”.
Viene a cuento lo anterior porque, con la muerte del Papa FRANCISCO, es decir, de JORGE MARIO BERGOGLIO SIVORI, nacido en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, se activará la pétrea figura del “Cónclave” para la elección de quien lo sucederá como líder de la Iglesia Católica.
Hace apenas unas semanas, el 2 de marzo para ser precisos, la película que ganó el “Oscar” al mejor guion adaptado fue precisamente “Cónclave”, con un final inesperado pues el Papa elegido es mexicano: el Cardenal VINCENT BENITEZ, adoptando el nombre de “Inocencio” para su papado, confesando que nació con órganos sexuales femeninos, pero se identifica como hombre.
Cónclave es una película que muestra el procedimiento de elección Papal, evidenciando los intereses y las profundas divisiones ideológicasque existen al interior de la Iglesia Católica.
Por un lado, el Cardenal BELLINI, identificado como un liberal y progresista, representaba una visión más abierta y adaptada a los tiempos modernos. En el extremo opuesto, el Cardenal TEDESCO, conocido por su postura ultraconservadora, defendía la idea de que la Iglesia había cedido demasiado ante las corrientes contemporáneas.
En medio de estas dos posturas, el Cardenal TREMBLAY emergió como un estratega político,cuya lealtad parecía estar más orientada hacia sus propios intereses que hacia una ideología en específico.
¿Cuál será el perfil del nuevo jerarca de la Iglesia Católica, que releve al Papa FRANCISCO identificado mundialmente como “progresista”?
¿Uno como el de BELLINI, que continúe con el legado de FRANCISCO? ¿O un conservador como TEDESCO, que revierta la obra de BERGOGLIO? ¿Tal vez se imponga una opción intermedia como la de TREMBLAY?
No lo sabemos en este momento, en que tienen lugar las exequias del Papa FRANCISCO en el Vaticano, pero si tenemos certeza de una cosa.
Será una decisión a puerta cerrada, en la que nada tendrán que ver los 1,406 millones de católicos y católicas del mundo, pues tamaña elección quedará en manos de 133 Cardenalesmenores de 80 años, que tampoco representan la visión de Arzobispos, Obispos, Sacerdotes y Diáconos bajo sus órdenes.
México tiene seis cardenales en el Colegio Cardenalicio, pero solo dos de ellos tienen derecho a voto en el cónclave, por ser menores de 80 años.
El Arzobispo Primado de México, CARLOS AGUIAR RETES, de 75 años, que fue nombrado por el papa FRANCISCO en 2016, y FRANCISCO ROBLES ORTEGA, Arzobispo de Guadalajara, nombrado por el Papa BENEDICTO XVI, en el año de 2011.
Los otros cuatro cardenales son ALBERTO SUÁREZ INDA, de 85 años, FELIPE ARIZMENDI ESQUIVEL, de 84 años, JUAN SANDOVAL ÍÑIGUEZ, de 91 años, y NORBERTO RIVERA CARRERA, de 82 años.
Una elección excluyente, en donde los dos Cardenales, tampoco representan el sentir y pensar de los casi 100 millones de católicas y católicos mexicanos, que reconocieron a JORGE MARIO BERGOGLIO SIVORI, como un Papa humanista, progresista e incluyente.