Desde Esta Esquina. /Â Meliton Guevara Castillo.
Luis Torre Aliyan es un expresidente de la Coparmex en la capital tamaulipeca, pero además, hoy en día es regidor en el gobierno de Xicoténcatl González Uresti. Y ahí, ahora que se repartieron las comisiones, lo responsabilizaron de la transparencia y el acceso a la información municipal. Es, quiérase o no, una tarea complicada, por la opacidad de buena parte de los servidores públicos en el ámbito municipal.
Tratando de ser congruente con la línea marcada por la coparmex, Torre Aliyan hace una promesa que, pronto, muy pronto, se arrepentirá de hacerla: se compromete a la transparencia institucional y a la personal; en esta última, proclama, la bandera del sindicato patronal: la declaración 3 de 3, la fiscal, la patrimonial y la de conflicto de intereses. Tarea, la verdad, difícil… ¿le harán caso o bajara la guardia?
OPACIDAD MUNICIPAL.
Por años, desde que se fundó el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información en la entidad, ha sido el mismo discurso: que la opacidad de los municipios, en buena parte de ellos, deriva de la falta de recursos tanto económicos, humanos y técnicos. Y, por otra parte, los diputados llegaron al grado de aprobar, dijeron, armas al instituto para que pueda castigar a quienes ocultan y niegan la información que es publica, obligatoria.
Así, por ejemplo, en 2018 el Instituto Mexicano para la Competitividad hizo notar en un estudio, solo tomo de referencia a 8 municipios, que 6 estaban completamente reprobados: Victoria con un 52%, Madero 49, Reynosa 47, Tampico 44, Matamoros 39 y Rio Bravo con 38%. Claro, dirán, fueron los gobiernos anteriores… y los nuevos, así como lo hizo el gobierno estatal, pregona que van a cumplir. Es la promesa del regidor de Xicoténcatl.
CULTURA DE LA OPACIDAD.
Luis Torre ofrece un ataque frontal en contra de la opacidad. Para tal efecto ofrece que será en dos niveles, la institucional y la personal. En la institucional, se entiende, hay información pública que es obligatoria por ley. Aquí, hasta la fecha, no encontramos un municipio tamaulipeco que la cumpla. En el caso actual, a partir de ahora, hay que poner los ojos en la información municipal… cada decisión, cada acción, tiene que fundamentarse y hacerse transparente. Es la mejor vacuna en contra de las críticas.
La otra, la personal, aun es más complicada: siempre se ha batallado para que presenten la declaración patrimonial, aún más difícil las otras, como son la fiscal y la de conflictos de interés. Esta el caso estatal: buena parte de los servidores públicos no siguen el ejemplo de su jefe, el gobernador, que –de acuerdo a reportes- ha cumplido con las tres. Mario Soria Landero es más de una ocasión ha marcado la diferencia. Luego, entonces, porque pensar en que Xicoténcatl y sus colaboradores harán la diferencia.
AMBICION Y VANIDAD.
Buena parte de los servidores públicos, de todos los tiempos, no pueden despojarse de su ambición como de su vanidad. En principios, todos, o casi todos, piensan que estar en el gobierno es la oportunidad para saciar sus apetitos de riqueza, para resolver su problema económico; pero además, les gusta vanagloriarse en el discurso.
Todavía se recuerda el caso de quien fue Secretario de Obras Publicas en un sexenio anterior: que declaraba, fuerte y a todo momento, que ya no se cobraba diezmo y que había total transparencia en las licitaciones de los contratos. Dicho en una conferencia de prensa, fue cuestionado: le pidieron datos de constructoras, inversión, por decir, de varias obras. Ante la insistencia del reportero, callo y prefirió abandonar, dejar, a los periodistas con sus preguntas. Fue sonado el caso, al grado que a partir de ahí se suspendieron las “Conferencias de prensa†y el lugar se utilizaba para festejar cumpleaños de reporteros de la fuente.
Esa es la realidad: el servidor público, de antes y después, está dominado por una cultura de la opacidad. No saben, no quieren entender, que hoy en día la información, y su acceso a ella, es prácticamente inocultable, tarde o temprano se va a conocer… sea por filtración o por una solicitud formal de información pública. La pueden ocultar, pero tarde o temprano, hará su aparición.
PROTAGONISTAS.
JOSE BENITES RODRIGUEZ. En el mundo político priista es ampliamente conocido. Fue del grupo compacto de Rodolfo Torre Cantú; en el sexenio pasado fue titular de la SEDESOL y fue uno de los beneficiarios con una regiduría capitalina plurinominal. Pues bien, hace días se convirtió en el Secretario General del PRI Estatal. Algo sucedió: inicialmente advirtió que desempeñaría los dos cargos, pero ya anuncio que Felipe Bolado, su suplente, ocupara la regiduría municipal. El cargo priista, afirma, le demanda tiempo y trabajo.