Muñoz Ledo perdió el control de la Cámara ante protesta de AN

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La nueva estructura que permitirá a Andrés Manuel López Obrador desarrollar sus programas de gobierno fue aprobada ayer por la Cámara de Diputados en dos sesiones citadas en un mismo dí­a.

De manera súbita, el presidente de la mesa directiva, Porfirio Muñoz Ledo, terminó los trabajos al no lograr convencer al PAN de retirar una manta en la que se leí­a: no a la dictadura obradorista.

Una vez que la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal fue aprobada en lo general por 305 votos de Morena, PT, PES y el nuevo aliado de la mayorí­a, el PVEM, los diputados de Acción Nacional tomaron la tribuna.

Ahí­ desplegaron la manta, que incluí­a el montaje de una fotografí­a del presidente electo con boina roja y casaca verde olivo. ¡Es un error tener un dictador!, clamaron los panistas. En respuesta, desde las curules de Morena, les gritaron: ¡Asesinos, asesinos, asesinos!

El duelo no paró ahí­. Diputados de Morena intentaron arrancar la manta a los panistas. Muñoz Ledo exigió: pasen a sus asientos. No puedo permitir eso ¡o aquí­ levanto la sesión! Si antes de comenzar un gobierno hay tantas muestras de intolerancia, esto se convertirá no en un Congreso, sino en un campo de batalla.

Y estuvo a punto. Al regresar a sus curules, los diputados del blanquiazul extendieron la manta bajo el palco de fotógrafos y Muñoz Ledo ordenó al personal de resguardo retirarla. Se suscitó entonces un jaloneo entre legislsdores y empleados de la Cámara. Ante el azoro de todos los presentes en el salón, el presidente en turno de la mesa exclamó: Si la idea es violentar el reglamento, por violentarlo, ¡se levanta la sesión!

Durante una hora, y para evitar que la aprobación de la reforma se retrasara por el desplante de Muñoz Ledo, el presidente de la Comisión de Transparencia y Anticorrupción, Oscar González Yáñez (PT), y el coordinador de Morena, Mario Delgado, negociaron durante más de una hora con la oposición el inicio de una nueva sesión ayer mismo, que continuaba al cierre de esta sesión.

Finalmente, lo logró. Sin embargo, la del PAN fue la única bancada en no regresar, pues advirtió que la sesión vespertina convocada por Muñoz Ledo es espuria: fue para una sesión ordinaria vespertina el jueves 13.

Tonatiuh Bravo, coordinador de MC, informó que su bancada regresarí­a a la sesión sólo si se retiraba de la reforma la intervención de los delegados del presidente en los estados, en materia de seguridad.

Sin embargo, a propuesta de Morena, el pleno reforzó esa figura, al aceptar un cambio para que la coordinación general de las delegaciones de los programas para el desarrollo esté bajo el mando directo del presidente de la República.

En tribuna, la presidenta de la Comisión de Gobernación, Rocí­o Barrera (Morena), explicó que la reforma permitirá al próximo gobierno aplicar sus polí­ticas en materia de seguridad, con la nueva secretarí­a en la materia; anticorrupción y ahorro, con la concentración de compras en la Secretarí­a de Hacienda; de comunicación social, con la polí­tica de unificar la información entre la Presidencia y Gobernación; y de bienestar social desde la nueva secretarí­a, que sustituye a la de Desarrollo Social.

Durante la primera sesión, PRI, PAN y MC argumentaron que la reforma concentra más atribuciones en el presidente de la República y definieron la figura de los delegados como los nuevos virreyes en los estados. Jorge Luis Preciado (PAN) cantinfleó: No alcanzan a diferenciar la diferencia entre cambio de régimen y de gobierno. Argumentó que, con las atribuciones a la nueva secretarí­a de seguridad, se reditará la historia de la desaparecida “Dirección Federal de Seguridad en manos del Negro Durazo, coincidente en apellido. A partir del primero de diciembre, los muertos de Peña serán los de Andrés”. Sandra Paola González reviró: al gobierno de Morena le tocará recoger los muertos de los sexenios anteriores.

Según el PAN, que cuestionó la constitucionalidad de los delegados, la reforma aprobada ayer los llevará directamente al fracaso; en contraste, el PVEM –que en el pasado se alió al PAN, luego al PRI y ahora a Morena– sostuvo que por generosidad polí­tica, el diseño del nuevo gobierno pertenece al presidente.

Arturo Escobar consideró preocupante que los delegados tengan atribuciones en seguridad y manejo de presupuesto, pero si esto sirve para pacificar el paí­s, bienvenido, dijo.

René Juárez anunció que el PRI votarí­a en abstención, porque a pesar del pisoteo de la Constitución con los delegados, los prií­stas no quieren que se les acuse de haber sido dique al próximo gobierno. Si ustedes creen que eso le sirve a México, vótenlo a favor.

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