Hinchas de River Plate arrojaron botellas y policías respondieron con gases y balas de goma en la medianoche del domingo tras los festejos en el centro de Buenos Aires de la conquista de la Copa Libertadores de América.
Decenas de agentes con camiones lanzaagua se desplegaron en la zona del Obelisco de Buenos Aires para despejar esa área en la que tradicionalmente se celebran los éxitos futbolísticos.
Unas 60 mil personas se habían congregado para festejar la copa ganada ante el archirrival Boca Juniors, a 11 mil km de distancia, en Madrid.
Durante varias horas el encuentro fue de puro festejo hasta que grupos de exaltados comenzaron a arrojar botellas contra los policías que vigilaban la celebración.
En una veintena de minutos, el Obelisco quedó despejado de hinchas y en su lugar se desplegó un operativo policial a lo largo de más de un kilómetro de la avenida 9 de Julio.
Mientras, cerca del estadio de River Plate que no abrió sus puertas, otros miles seguían festejando y celebrando el cuarto título de la Libertadores, sin incidentes al norte de la ciudad.