Privilegios, tema emergente

0
20

Interiores / Carlos López Arriaga

Cd. Victoria, Tam. No debiera extrañar el problema que hoy enfrenta al presidente Lí“PEZ OBRADOR con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pugna, sin duda, de poder a poder, donde el Ejecutivo tiene todas las de ganar, al menos en el mediano plazo, si no es que antes.

Son (no olvidemos) los mandos que nos hereda el peñismo y cuyo cambio no ocurre automático, cuando el Ejecutivo se renueva. En efecto, los doctores de la ley tienen otro calendario para el relevo de sus integrantes, agenda propia, como poder independiente que son.

El choque de trenes se veí­a venir desde que el propio AMLO propuso en la campaña una adecuación drástica a sueldos de servidores públicos, para que ninguno (en los tres poderes y los tres niveles de gobierno) gane más que el presidente.

Sueldazos, ciertamente, que ya en conjunto (salario, compensación, bonos, seguro médico privado y otras canonjí­as) andarí­an por los 700 mil pesos.

De aquí­ la resistencia al cambio, es mucho lo que tienen por perder o, mejor dicho, dejan de ganar. Aunque bien harí­a el propio Lí“PEZ OBRADOR en asomarse a otros nichos de prosperidad presupuestal (sueldos, lujos, privilegios) como son el Instituto Nacional electoral (INE) y ese templo a la bonanza llamado Banco de México (BANXICO).

Y todos los involucrados en esta bronca deberán, sin duda, medir los tiempos. Considerar, de entrada, que ANDRí‰S MANUEL fue electo para seis años y gozará de una amplia mayorí­a en ambas cámaras al menos por tres años más.

A partir de esta realidad, los chicos de la STJN debieran entender que es preferible una polí­tica de “flojitos y cooperando” a un pleito donde serí­an no solo derrotados sino, incluso, barridos de manera deshonrosa.

GASTAR SIN CRUDA

Desde luego, falta mucho para saber si el obradorismo podrá salir victorioso en dicho proyecto de cambio que se propone en todos los órdenes, al que denomina “Cuarta Transformación” (4T, acotan los medios).

Pero por lo pronto y en calidad de mientras, el solo hecho de haber colocado el tema de los privilegios en primerí­simo lugar de la agenda polí­tica nacional es ya un gran triunfo.

Si el asunto fragua del corto al mediano plazo como prioridad para audiencias y públicos masivos, podrí­amos darlo por instalado dentro del discurso polí­tico nacional.

Como tema, la lucha contra los privilegios seguirí­a la ruta observada en otras banderas emergentes que en las últimas décadas llegaron para quedarse, como la defensa del medio ambiente, los derechos humanos, la equidad de género o la diversidad.

Se confirmarí­a un cambio en la mentalidad colectiva si la gente hace verdaderamente suya la exigencia de un gasto público austero, la detección temprana de abusos y la denuncia inmediata ante erogaciones superfluas, caprichos en asuntos como vehí­culos de superlujo pagados por el erario, banquetes, asesores, nepotismo, amiguismo, viajes, viáticos y demás.

Mejor aún, el colocar la austeridad como un valor primordial, podrí­a interpretarse como un deslinde de AMLO hacia el viejo populismo de ADOLFO Lí“PEZ MATEOS, LUIS ECHEVERRíA y JOSí‰ Lí“PEZ PORTILLO.

De Lí“PEZ MATEOS se recuerda que ordenaba cerrar por algunas horas la, entonces, recién inaugurada autopista México-Toluca para recorrerla solo, pisando el pedal a fondo en un auto deportivo de lujo.

El mismo ADOLFO se mereció en su tiempo el mote de “López Paseos” por su propensión a viajar por todo el mundo, en amplios recorridos donde le acompañaba medio gabinete, escritores, intelectuales, artistas y una nube de periodistas.

Peores fueron, en materia de dispendio, los señores ECHEVERRíA y Lí“PEZ PORTILLO. Se dirí­a, incluso, que el fracaso en sus polí­ticas de gasto público no se debió a la orientación social del mismo sino a su ejecución dispendiosa, faraónica y, en extremo, corrupta.

DOS VERTIENTES

De aquí­ el interés que hoy representa el obradorismo entre académicos y observadores económicos del mundo, al combinar banderas sociales con una serie de compromisos que parecen venir de las filas conservadoras, como el gobernar sin déficit, con sobriedad y ponderación, sin devaluar la moneda ni incrementar la deuda externa.

Lo cuál nos lleva a reconocer que no todos los populismos son iguales, ojo al deslinde.

Los hay (1) derrochadores, dados al saqueo, embebidos en un patrimonialismo rapaz que, a la postre, los condena a la bancarrota, devaluaciones, fuga de capitales, hiperinflación, caí­da drástica en el ingreso y la capacidad adquisitiva de la población.

En esta categorí­a ubicarí­amos no solo a LEA y JLP sino a personajes siniestros como NICOLíS MADURO, CRISTINA FERNíNDEZ, DANIEL ORTEGA y al español RODRíGUEZ ZAPATERO, entre otros.

Aunque también existe (2) otra manera de aplicar los programas sociales, haciendo economí­as en su gasto de operación, focalizando el recurso en sus beneficiarios centrales, evitando el manoteo de intermediarios, sin sobrecalentar la economí­a ni confrontarse abiertamente con el sector patronal.

En este segundo grupo cabrí­a mencionar al general LíZARO CíRDENAS y, en el plano mundial, a PEPE MUJICA, MICHELLE BACHELET y, en buena medida, el propio EVO MORALES.

A la postre, el desenlace de esta Cuarta Transformación que hoy está en marcha en tierras mexicanas, depende del modelo a elegir que, como vemos, no es monolí­tico. Tiene variantes.

Desde luego, a mentes obtusas como la de VICENTE FOX les conviene que la gente identifique a Lí“PEZ OBRADOR con el primer modelo. La impresión, hasta hoy, es que ANDRí‰S MANUEL está buscando el segundo.

BUZí“N: lopezarriaga21@gmail.com

WEB: http://lopezarriaga.blogspot.com

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí