El año pasado al menos 3 mil 381 migrantes murieron en el mundo; 368 de los cuales fallecieron en la frontera entre México y Estados Unidos. Ello coloca a esta zona como la segunda más mortal en el contexto internacional, superada por el Mediterráneo, donde ocurrieron 2 mil 160 decesos, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Con datos actualizados al 6 de diciembre pasado, el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM señala que en América del Sur 27 personas en tránsito fallecieron; 25 en el Caribe; 76 en Centroamérica y 368 en la región que divide a México de Estados Unidos.
En el corredor migratorio de Europa hubo 102 decesos, mientras en el norte de ífrica, 93. Según la información difundida por la OIM, en el Cuerno de ífrica murieron 156, al igual que en la región de ífrica subsahariana.
En el Oriente Medio, 120 personas que dejaron su lugar de origen perdieron la vida; 52 en Asia Central; tres en Asia Oriental; 11 en Asia del Sur y en el Sudeste Asiático, 68.
En paralelo, en su Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2018, la OIM reporta que se trata de un complejo fenómeno relacionado con múltiples aspectos, incluidos los económicos, sociales y de seguridad.
Explica que este problema está intrínsecamente relacionado con la geopolítica, el comercio y los intercambios culturales, y ofrece a los países, las empresas y las comunidades la oportunidad de beneficiarse enormemente de ella.
Los flujos migratorios han contribuido a mejorar la vida de las personas, tanto en los países de origen como en los de destino, y ha brindado a millones de personas en el mundo la oportunidad de forjarse una vida segura y plena en el extranjero.
De país de paso a destino
Sin embargo, en los últimos años, hemos observado un aumento de las migraciones y los desplazamientos provocados por conflictos, persecuciones, situaciones de degradación y cambio ambiental, y una acusada falta de oportunidades y seguridad humana
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La OIM abunda que, aunque la mayoría de los procesos se producen por vías legales, algunas de las principales situaciones de inseguridad que afrontan los migrantes, así como buena parte de la preocupación pública que suscita el fenómeno, se asocian con el tránsito irregular.
Destaca que la migración hacia el norte es la tendencia predominante en América Central, México y el Caribe. Nuestro país, aclara, sigue ocupando una posición destacada como nación de origen y paso para aquellos que viajan hacia Estados Unidos. Sin embargo, debido a la mejora de su situación económica y al aumento del nivel educativo, así como al cumplimiento más estricto de las leyes de inmigración, se está convirtiendo en un país de destino cada vez más atractivo
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