CV: ¿cuál seguridad?

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Golpe a golpe

Por: Juan Sánchez Mendoza 

+ De cara y frente a los ciudadanos, mujeres y niños, opera la delincuencia

+ Las patrullas municipales y/o estatales, jamás están cuando se necesitan

+ Valles Rodrí­guez no tiene adversario de altura, ‘para evitar su reelección’

+ El PRI va de mal en peor, según acusa Ulises tras desacreditar a Yahleel

+ ‘Escuelas de calidad’ es un programa funcional. Y vale la pena impulsarlo

Por Juan Sánchez Mendoza

En la ví­spera presenciamos aterrados –mi hijo menor de apenas 14 años y su servidor–, el robo/asalto a una tienda (de las llamadas de conveniencia) detonándose ahí­ armas de fuego, a escasos dos metros de distancia.

No hubo muertos, gracias a Dios. Y sólo un herido –‘mi esposo’, dijo la persona encargada de la caja–, agredido a quemarropa.

Eran alrededor de las 22:30 horas.

Yo estaba pagando cuando iniciaron los disparos.

Le grité a mi retoño ‘¡tí­rate al suelo detrás del mostrador!’ –quizá en un intento espontáneo para que se protegiera–, mientras busqué resguardo al pegarme a una pared y otros clientes corrí­an al fondo del establecimiento.

Tras los acontecimientos pregunté a mi hijo ¿cómo estás? ¿Asustado?

Su respuesta me dejó impávido:

“Nunca habí­a presenciado algo así­â€¦ pero sé que es parte de lo que a diario se vive aquí­ en Ciudad Victoria.

Con eso, me partió la madre.

Y es que del asombro a su corta edad, consideró el hecho ‘natural’ (en una localidad donde la violencia se ha enseñoreado), aun cuando su padre, reiteradamente, ha enaltecido la lucha gubernamental contra el crimen, por ser éste un cáncer que debe extirparse de raí­z.

Transcurrieron algunos minutos (que se me hicieron eternos) para que abordáramos nuestro vehí­culo, alejándonos del comercio, sin que asomara patrulla alguna pese al ruido de los disparos (considero que fue calibre alto) y las llamadas de auxilio hechas por otros testigos presenciales, entre ellos mujeres.

Cierto es que el episodio fue fortuito (el rollo trillado es que estábamos en el lugar y la hora equivocada) y no dirigido en contra nuestra, pero igual sé que los delincuentes operan cuando les viene en gana, sin que haya en la capital tamaulipeca operativos policiales efectivos para al menos impedir la comisión de fechorí­as en lugares públicos –donde se concentran niños y paterfamilias–, por ocupar su tiempo en ‘morder’ automovilistas en calles o avenidas.

Según las estadí­sticas oficiales, Tamaulipas es ahora una entidad más segura, al pasar del quinto lugar al décimo séptimo en materia delictiva. Sin embargo, a diario leemos en las redes sociales que la inseguridad continúa y siguen cometiéndose cotidianamente ilí­citos a mano armada, merced a la opacidad con que actúan al menos aquí­ en Ciudad Victoria, las autoridades municipales encargas de su prevención.

Ignoro el desenlace del robo/asalto; pero me consta que un herido (por arma de fuego) se refugió en la bodega de la tienda, mientras su mujer sólo atinaba a preguntar a los aterrados clientes ¿qué hago… quién me ayuda?, en su natural desesperación.

Obviamente las mujeres, niños y varones presenciales optaron por irse del establecimiento. Tan espantados como el que esto escribe.

Nuevamente le doy gracias a Dios porque salvamos el pellejo.

Y pregunto ¿hasta cuándo dejaremos de ser rehenes de delincuentes?

Sé bien que las videocámaras registraron el hecho, pero, también, que no hay avances indagatorios por parte de la Procuradurí­a, a cargo de Irving Barrios Mojica, por sólo sumar este acontecimiento a las estadí­sticas, pese a que hay una denuncia formal por parte de los agredidos.

‘No hubo muertos’ podrí­an decir los sabuesos ministeriales para evadir su obligación investigadora, pero en lo personal por haber puesto en riesgo la vida de mi hijo y la mí­a propia, lo menos que me queda es recordarles el 10 de mayo cada que rememoro el acontecimiento.

Más cuando una patrulla de la Policí­a Estatal pasó sin detenerse por el comercio violentado, según confirmaron los empleados del establecimiento, un dí­a después.

Usted, ¿qué harí­a al respecto?

Obvio, cuando menos, mentarle la madre a quienes dicen procurarnos seguridad.

¿Estamos de acuerdo?

Relevo en el Sutspet

Aunque será a mediados de agosto cuando se publique la convocatoria del sindicato burocrático estatal para renovar su dirigencia, a partir de mañana, al reiniciarse labores tras el asueto veraniego, seguramente se intensificará la grilla en todas y cada una de las dependencias –incluidos ayuntamientos y Organismos Públicos Descentralizados (Opd’s)–, donde laboran cerca de 14 mil trabajadores de base.

Hasta hoy suman cuatro aspirantes al cargo: Blanca Guadalupe Valles Rodrí­guez –quien va por su ¡séptima reelección!–; Leticia Uresti Mata, aun cuando ésta no cumple los requisitos estatutarios; Ezequiel Alfaro Martí­nez (otro aspirante impedido reglamentariamente); y Armando Trejo Moreno (el delegado gremial en el Hospital Civil de Ciudad Victoria), quien ha sido, es, al menos públicamente, el detractor principal de la actual dirigente. Y quien ha ganado más simpatí­as respecto a sus pares en esta contienda que está harto enrarecida sin haberse todaví­a puesto en marcha oficialmente.

No obstante hasta sus amigos dudan en abrirse de capa en torno a su proyecto, pues temen a las represalias.

Esto se comenta de boca en boca –a mi correo electrónico han llegado decenas de comentarios al respecto–, y, por ello mismo, considero que por más pataleo serí­a Blanca quién decida el rumbo que transite de septiembre del 2019, hasta el mismo mes del 2023, el Sindicato íšnico de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Tamaulipas (Sutspet).

Obviamente, previo acuerdo con el jefe polí­tico estatal.

De otra forma no se atreverí­a, siquiera, a auto promover su reelección, ante el mar de acusaciones que le hacen por enriquecimiento ilí­cito, tráfico de plazas, opacidad en la rendición de cuentas y acuerdos en lo ‘obscurito’, con por lo menos cuatro ex gobernadores: Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington Ruvalcaba, Eugenio Hernández Flores y Egidio Torre Cantú.

Esto significa que, para tejer su nueva reelección, Valles Rodrí­guez ya convenció a los operadores polí­ticos del mandatario, bajo la argucia de que el gremio, con ella al frente, no representarí­a ningún peligro a su proyecto.

Desde luego, en las negociaciones pudiera haber intervenido su media hermana, Elva Lidia Valles Olvera (diputada plurinominal panista en la LXIII Legislatura), quien mantiene cercaní­a estrecha con Francisco Javier Garcí­a Cabeza de Vaca, pero habrí­a optado por no figurar como protagonista del caso. Y menos como intermediaria

En fin, son simples suposiciones.

Pero lo cierto es que la burocracia anda inquieta por ahora a diferencia de otros procesos relevistas, dudar hacia dónde inclinarse.

Como fuere –luego de su ausencia en el escenario público mediático a más dos años de distancia de haberse instalado el régimen en funciones–, la dirigente gremial reconoció (en público) que: “los burócratas cuentan con todo el apoyo del Gobernador; no nos ha dejado desamparados; ha estado cumpliendo puntualmente con los requerimientos de los trabajadores”, que, en términos polí­ticos, esas palabras se interpretas como una rendición.

Para bien o para mal, ¡vaya usted a saber!

Lo cierto es que, desde su creación –hace ya 51 años–, el Sutspet ha tenido sólo seis dirigentes, destacando dos mujeres por su reelección. Una por un periodo más y la otra hasta en seis ocasiones.

Estos han sido:

1) Pedro Gatica Estrada (qepd) cuyo periodo fue por tres años (1976 a 1979), durante el régimen gubernamental del mandatario que dio luz verde a la fundación del sindicato  (Praxedis Balboa Gojón), entones conformado por apenas 400 mil afiliados;

2) Salvador Uribe Muñoz (1979-82) bajo los periodos gubernamentales de Enrique Cárdenas González y Emilio Martí­nez Manautou;

3) Francisco Balboa Herrera (1982-85), en el régimen gubernamental del ex aspirante a la candidatura presidencial;

4) Nélida Edna Camacho Ensignia (1985-91) –la primera dirigente reeleccionista–, quien tuvo tratos con Emilio Martí­nez Manautou y Villarreal Guerra;

5) José Ceceño Montes (1991-94), cuyos desacuerdos con Américo y su séquito lo hizo entregar al sindicato burocrático; y, desde entonces;

6) Blanca Guadalupe Valles Rodrí­guez ostenta la cartera.

Hace un cuarto de siglo, cuando asumió la dirigencia en 1994, por vez primera, reeligiéndose hasta en seis ocasiones.

Y, según preveo, ante la incapacidad mostrada por sus adversarios, al fragor de los acontecimientos, buscará por séptima ocasión el cargo.

PRI, de mal en peor

La minúscula concurrencia registrada en los eventos proselitistas de Ivonne Aracely Ortega Pacheco, como candidata a la dirigencia nacional priista, no extraña a nadie. Pero sí­ confirma que hay ‘lí­nea’ para que el mentado ‘Alito’ (Rafael Alejandro Moreno Cárdenas) suceda a Claudia Ruiz Salinas –quien por cierto, es la cuarta dirigente improvisada, para cerrar el ciclo estatutario de Manlio Fabio Beltrones Rivera–, en un proceso manchado, que refrenda los vicios antidemocráticos del tricolor.

Por eso a nadie debe extrañar que los dados estén cargados para que el ex gobernador de Campeche se convierta en el nuevo guí­a partidista, en una concentración armada ex profeso que tendrá lugar el próximo dí­a once de agosto.

Empero, antes y en esa misma fecha, podrí­an darse nuevas renuncias de militantes para engrosar las nomenclaturas albiceleste o del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), por estar en desacuerdo con el método y la forma para renovar su dirigencia, como bien lo avizoran los analistas que puntualmente observan el comportamiento de la grey priista.

Sobre todo, cuando ‘Alito’ ha sido acusado en su propia tierra natal por enriquecimiento ilí­cito, opacidad en el ejercicio gubernamental, corrupción y cohecho, por lo menos; pero en su haber, cuenta con el apoyo (desmedido) del clan Salinas y Enrique Peña Nieto (más de lo mismo).

Obviamente él niega las atrocidades. Pero hay documentos que corren en las redes sociales como reguero de pólvora confirmando que de la nada se convirtió, en poco tiempo, en un hombre poderoso económicamente y al mismo tiempo en un polí­tico influyente.

Acá en Tamaulipas el mentado ‘Alito’ no es garantí­a de nada. Pero sus representantes ocasionales apuestan todo capital polí­tico para hacer crecer su figura –actitud loable lo reconozco–, en aras de que una vez estrenando él el cargo, voltee su vista para que el priismo tamaulipeco deje de ser una cuota más, convirtiéndose en un bastión.

La ex gobernadora de Yucatán, por su parte, no hace en ‘este mundo’ la nomenclatura tricolor (tamaulipeca), pero sí­ reclama apoyo en el proceso interpartidista en su ambición de dirigir nacionalmente al PRI, pese a que en su tierra natal la señalan por derrochadora y corrupta –cuando menos–, y sólo esperan que regrese… lo que se llevó, según advierten los medios de comunicación masiva.

Destapando la cloaca

Vino también a este terruño Ulises Ernesto Ruiz Ortiz, quien es ubicado ya como el aspirante incómodo a la dirigencia nacional priista, pero a su paso señaló –con í­ndice de fuego–, las atrocidades partidistas que atentan, han hecho mella del organismo y abonan a su aniquilamiento

Fue directo al señalar que Yahleel Abdala Carmona como dirigente del partido en Tamaulipas nada aporta, ni importa –¿acaso por desairar acudir, ella, al encuentro con la base simpatizante del oaxaqueño, como igual hizo, antes, en los eventos encabezados por Ivonne Aracely Ortega Pacheco–, y acusar que los dados están cargados para que la simulación cobre tintes democráticos.

í‰l, como figura de lo que resta de la clase polí­tica tricolor, confirmó, al menos, que los excesos en el ejercicio gubernamental son consecuencia y lo seguirán siendo del fracaso partidista.

Sabe que la contienda por la dirigencia ya está ‘arreglada’.

Como bien lo entiende la nomenclatura doméstica.

Pero él, en su primera vista a esta entidad del noreste, debe entender que desde hace décadas la cloaca estuvo destapada.

Y que si en su oportunidad, allá en el sureste, no fue capaz de resolver las controversias de las siete regiones, menos podrí­a hacer en una entidad que desconoce.

Igual que el mentado ‘Alito’ y/o Ivonne, quienes por cierto al priismo de Tamaulipas casi nada interesan.

Calidad educativa

El programa ‘Escuelas de calidad’, desarrollado por la Unidad Ejecutiva de la Secretarí­a de Educación (SET) –a cargo de Mario Andrés de Jesús Leal Rodrí­guez–, ha brindado tan buenos resultados que para enfrentar el ciclo 20019-20 la mayorí­a de los planteles lucen renovados.

Ahora se observa la remoción de aulas, sanitarios, áreas verdes y los espacios recreativos, pues juntos, autoridades, paterfamilias, maestros, la planta administrativa y los alumnos, han confirmado que la unión fortalece y hace posible cristalizar proyectos.

Hasta donde sé –gracias a este proyecto– en las escuelas no existen problemas, aunque por la errónea determinación de adjudicar becas –sólo a quienes alcancen un promedio mí­nimo de 9.5 (equivalente al 10)–, quizá broten inconformidades. Con toda razón, pues hay alumnos de excelencia con promedios menores a las décimas marcadas por la autoridad, que por derecho propio reclaman ser considerados.

Como fuere, el asunto debe plantearlo Mario Leal ante el Gobernador, Francisco Javier Garcí­a Cabeza de Vaca.

Sobre todo, cuando en riesgo se pone un proyecto que ha brindado no sólo resultados, sino eficiencia en su cometido.

Máxime cuando los planteles enfrentan un nuevo ciclo, con la abierta disposición de los actores involucrados para que Tamaulipas alcance más escuelas de calidad.

E-m@il

jusam_gg@hotmail.com

Caminante no hay camino

Hasta hoy, ningún aspirante a dirigir Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) tiene nada seguro pese a su relación con el mentado ‘Peje’, quien al asumir el cargo presidencial fue enfático al desprenderse de toda filiación polí­tica, según espetó.

Lo digo porque hace dí­as acá en Ciudad Victoria, reapareció Alejandro Rojas Dí­az Durán, promoviéndose como aspirante al cargo, pero sin lograr, aún, tácitamente, sus derechos partidarios.

El senador suplente en su haber es identificado como un joven rebelde de la estructura priista –formó parte de la Corriente Crí­tica encabezada allá en 1987 por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martí­nez, Rodolfo González Guevara, Andrés Manuel López Obrador, entre otros–, perredista por conveniencia y hoy morenista (igual), bajo las órdenes del senador Ricardo Monreal ívila –aunque lo niegue por quizás compromiso–, pero igual talentoso en la praxis polí­tica, y operador efectivo.

De los cuatro aspirantes a dirigir Morena, Alejandro serí­a el personaje idóneo, pero la ‘cargada’ impulsada por Citlalli Ibáñez Camacho –nombre original de Yeidckol Polevlisky Gurwitz–, va dirigida a que sea Bertha Elena Luján Aranda su sucesora.

No Mario Delgado Carrillo –uno de sus esbirros que impuso para coordinar la fracción parlamentaria–, pues, en complicidad con ella, podrí­a meterle al tabasqueño más obstáculos en el Congreso de la Unión.

Se hace camino al andar

El Instituto Tamaulipeco de Capacitación para el Empleo (Itace), que en la entidad dirige Fernando Campos Martí­nez, ha logrado posicionarse como una institución privilegiada en el ámbito nacional.

Cuando su director asumió las riendas, el Itace navegaba por el rumbo de la incertidumbre.

Y, ahora a casi tres años de distancia, marca un ejemplo al obtener en los ámbitos nacional e internacional premios y reconocimientos.

La capacidad del Itace, basta medirla con resultados.

Y ahí­ están presentes.

Cicuta

¿Quién puede más?

¿El uno o el dos?

El uno a veces se equivoca, pero vuelve a mandar.

Y el dos, obligado está a acatar toda disposición.

Por eso hay que abrevar en las palabras del ‘Peje’.

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