San Luis Potosí.-Â Corría el minuto 84 del partido cuando el silbante determinó suspender el partido del Atlético San Luis y Querétaro al armarse la trifulca en los graderíos del estadio Alfonso Lastras Ramírez, dejando al menos 33 heridos, en su mayoría fueron por golpes y heridas que no ameritaron hospitalización.
La gresca provocó que alrededor de 300 aficionados queretanos y potosinos que estaban cerca de ellos, se liaron a golpes, lanzando butacas, piedras y hasta los botes de basura, sin que los cuerpos de seguridad pudieran evitarlo.
Algunos aficionados decidieron bajar al campo de juego por las escaleras que hay de emergencia, algunos otros totalmente desorbitados se fueron contra los jugadores de Gallos Blancos, para agredirlos, pero fueron detenidos por otros futbolistas y policías que resguardaban el terreno de juego.
El caos reinó y el campo siguió poblándose hasta llenarse de aficionados, cientos bajaron para resguardarse de la gran trifulca que se armó atrás de la portería que defendía Felipe Rodríguez, cuando el marcador iba 0-2 a favor de los queretanos.
Previo a ese incidente, al minuto 50, ya se había dado un brote de violencia en esa misma área cuando seguidores de Gallos Blancos agredieron a los potosinos que estaban sentados en las gradas de la zona inferior, por lo que tuvieron que ser reinstalados a la zona de sombra.
Sin embargo, no se tomaron las medidas necesarias por parte de los cuerpos de seguridad para retirar del estadio a los visitantes, buscando evitar un nuevo brote de violencia, que llegó y no pudo ser controlado, e incluso algunos policías simplemente observaban el paso de los agresores queretanos y potosinos en su huida, sin detenerlos