Melbourne. La tenista española Garbiñe Muguruza volvió a brillar este miércoles en un torneo del Grand Slam con una victoria categórica sobre la rusa Anastasia Pavlyuchenkova por 7-5 y 6-3 que la llevó a su primera semifinal del Abierto de Australia.
La doble campeona de torneos del Grand Slam enfrentará a la rumana Simona Halep el jueves por una plaza en la final, tras otra actuación de las que generan confianza en Melbourne Park en una Rod Laver Arena bañada por el sol.
Muguruza, que no es cabeza de serie en un Grand Slam por primera vez desde 2014, apenas aparecía en las listas de favoritas antes del torneo y sus opciones casi se vieron truncadas por una enfermedad viral.
Pero la española se encuentra bien situada para alcanzar su tercer título de Grand Slam tras sus triunfos en Wimbledon en 2017 y Roland Garros en 2016.
«Cuando vine no me sentía genial. No estaba pensando: ‘¿hasta dónde puedo llegar?'», dijo la jugadora de 26 años nacida en Venezuela.
«Ya tenía bastante con pensar: ‘¿Cómo iré a entrenar hoy?'» «Fui paso a paso (…) cada día me sentía un poco mejor, en vez de frustrarme pensando sobre el futuro».
Desde que alcanzó las semifinales del Abierto de Francia en 2018 —última vez que alcanzó la penúltima fase de un Grand Slam—, Muguruza ha pasado los últimos 18 meses de capa caída.
Rompió con su entrenador habitual Sam Sumyk en julio tras caer en primera ronda en Wimbledon.
Su recuperación se produce tras escalar el monte Kilimanjaro, la montaña más alta de ífrica, durante las vacaciones y su reunión con su antigua mentora y campeona de Wimbledon Conchita Martínez, que guió a Karolina Pliskova a cuatro títulos la temporada pasada.