De entre los distintos tratamientos potenciales contra el coronavirus, hay uno que ha despertado el mayor interés de las autoridades francesas: la cloroquina, un antipalúdico que ha obtenido resultados prometedores en la ciudad de Marsella, en el sureste del país.
El especialista en enfermedades infecciosas Didier Raoult lo ha probado en veinticuatro pacientes y en el 75 % de los casos la carga viral fue negativa al cabo de seis días. Este domingo señaló en el diario local «La Provence» que en el 25 % restante no se detectó una agravamiento de la situación.
«Si tenemos la posibilidad de descubrir en Francia o en el extranjero un tratamiento que permita curar a los enfermos y salvar vidas, mi movilización ha sido total desde el primer día para facilitar los ensayos clínicos y preparar a la industria farmacéutica», dijo también hoy el ministro francés de Sanidad, Olivier Veran.
Destacó que la esperanza le basta «para hacer todo lo posible para que se pueda comprobar si es eficaz o no».
Raoult, director del Hospital Universitario IHU de Marsella, lanzó una primera prueba de la posible terapia en su propio centro y el alcalde de Niza, Christian Estrosi, anunció igualmente este domingo que el hospital de su ciudad ha sido autorizado a aplicar ese protocolo, con el consentimiento de las familias.
Estrosi, que dio positivo por coronavirus este lunes, sin síntomas graves, siguió al principio las recomendaciones habituales de tomar paracetamol, pero esta semana dijo que él también había empezado a tomar Planequil, uno de los nombres comerciales de la cloroquina.
Ese tipo de medicamentos son recomendados sobre todo cuando se va a viajar a una zona con malaria y algunos expertos alertan de sus efectos secundarios, como los abcesos, especialmente en personas mayores.
«Si resulta eficaz, lo propondríamos a los franceses sin demora», indicó Veran.
La cloroquina es uno de los posibles tratamientos que forman parte de un ensayo clínico europeo lanzado este domingo y coordinado por Francia, que se aplicará en unos 3.200 pacientes, de los cuales al menos 800 serán franceses, pero habrá otros procedentes de países como España o Alemania.
El remdesivir, diseñado en su día para el VIH y que se usó para el ébola, y el lopinavir combinado con ritonavir, comúnmente utilizados también para portadores del virus de inmunodeficiencia humana, son las otras moléculas evaluadas.
Según las últimas cifras, los contagios superaban este sábado los 260.000 en todo el mundo, mientras las muertes a nivel global se elevan a más de 11.000.
Solo en Francia, ha habido 562 fallecidos y casi 14.500 casos confirmados.