Una vacuna que desarrollan Pfizer y BioNTech, distinta a la que ya prueban en varios países, produjo “robusta respuesta inmunológica†en un ensayo clínico realizado con 45 adultos sanos.
El desarrollo, que tiene el nombre BNT162b1, es una de las cuatro vacunas en las que trabajan ambos laboratorios, todas ellas basadas en el ARN mensajero para provocar una respuesta inmunológica, detalla La Razón.
Según los datos provisionales del estudio clínico, publicados en la revista Nature, la BNT162b1, que se administra por vía intramuscular, se testó en 45 adultos sanos de 18 a 55 años (23 hombres y 22 mujeres no embarazadas; 37 participantes eran de raza blanca) de 18 a 55 años de edad.
Una parte del grupo recibió dos dosis y otra parte placebos. Los autores constataron que el BNT162b1 era, por lo general, bien tolerado, aunque algunos participantes experimentaron, en los siete días siguientes a la vacunación, algunas reacciones adversas de leves a moderadas.
Los efectos secundarios más frecuentes fueron dolor local en el lugar de la inyección, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, fiebre y trastornos del sueño.
No obstante, la vacuna provocó una respuesta inmunológica robusta en los participantes, que aumentó con el nivel de la dosis y con una segunda dosis.
De acuerdo con los científicos, el conteo de anticuerpos fueron hasta 4.6 veces más altos que los de los pacientes recuperados.
El prototipo es uno de los cuatro en los que trabajan los laboratorios, que ya tiene a uno entre los seis que la Organización Mundial de la Salud registra en Fase 3, la última de pruebas, y se espera que en los próximos meses inicie pruebas masivas apoyadas por autoridades estadounidenses, a través del mismo programa en el que ahora se prueban 30 mil dosis del producto del laboratorio estadounidense Moderna.