DESDE ESTA ESQUINA.
MELITON GUEVARA CASTILLO.
25.08.2020.
Les confieso que, por primera vez, sentí nostalgia del primer día de la clase en la universidad. Era llegar y saludar, ver por primera vez, después de las vacaciones a mis compañeros maestros. La emoción, por otra parte, de conocer a nuevos alumnos, conocer sus expectativas, ver sus sonrisas y exclamaciones de alegría cuando, unos y otros, se encontraban. Así, creo, es en tiempo normal el primer día de clases. Pero hoy, hoy por hoy, fue todo diferente.
Como una consecuencia de la pandemia el primer día de clase fue diferente. No fue presencial, fue en línea; en algunos casos, por televisión; en otros, por internet. El cambio es drástico: ahora el alumno dirige su mirada a una pantalla, ve la imagen de su profesor y escucha su voz; ya no hay, en pocas palabras, la retroalimentación. Cuando sean por tv, el profesor ni los vera… y si es por internet, quizá pueda verlos, pero no podrá observar el impacto de sus palabras en sus alumnos.
EN LAS REDES SOCIALES.
¿Qué se vio, hoy en las redes sociales, en el primer día de clases? Algo muy distinto a lo de otros periodos académicos. Antes, las imágenes eran de los niños con uniformes, cargando sus mochilas, llenas de cuadernos y útiles escolares; imágenes tomadas al salir de la casa, mostrando su uniforme, o en el carro, avisando que va rumbo a la escuela, o entrando a la escuela. Hoy esas imágenes no se volvieron a ver fueron muy diferentes.
La gran mayoría de las imágenes fueron del espacio que fue ordenador expresamente para tomar las clases. Una mesita de trabajo, el niño o niña, sentado con su uniforme puesto; en algunos casos se observa la computadora… Pude observar que adecuaron un espacio que se ve cómodo. Así van a aprender, los niños, los alumnos, que para estudiar siempre es necesario un espacio vital, apropiado y con los elementos que son necesarios.
ARGUENDE POR FALTA DE INFORMACION.
No fue un día fácil para los padres de familia. Ante la proximidad del inicio de clases en buena parte de las escuelas el primer problema fue la falta de información. Cada profesor, como rutina, tiene que formar un grupo de WhattsApss como una vía de compartir información y dar instrucciones a los padres de familia. Y explicarles, además, la mecánica y protocolos del inicio de clases.
En principio que las primeras 3 semanas serán clases para retomar el nivel, serán de recordatorio para ubicar a los alumnos en la temática; serán, por tanto, sin obligación de tomar apuntes. Sera de la semana del 14 de septiembre cuando, entonces sí, se entrara de lleno en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Sera el punto de arranque… hagan de cuenta que, las primeras tres semanas, serán como de estimulación.
RETO: EL USO DE LA TECNOLOGIA.
Las experiencias son múltiples. Hay madres de familia que están muy contentas con las maestras (os) de sus hijos. Hacen notar que son eficientes, ordenadas y que no tienen problema para la coordinación y hacer las tareas en casa. Otras, en cambio, en su propia ansiedad, por las
limitaciones tecnológicas, se sienten desesperadas. Y es que, en algunos casos, tienen varios hijos y coinciden horarios y, lo peor, cuando los padres trabajan: no hay forma, por decir, que puedan apoyar a sus hijos en la nueva experiencia.
Uno de los problemas detectados es la forma de recuperar la clase cuando no se puede ver por Televisión. Una es recurrir a YouTube: la cuestión es que, no todos tienen internet en su casa, y la opción es enviarles el archivo al celular… se van a consumir los datos. En pocas palabras: es bueno, positivo, que haya clases no presenciales, la cuestión es que el piso no es parejo para todos, por la cuestión de la disposición de los recursos tecnológicos.
TODO CAMBIA.
El covid-19 ya nos cambió. Ya nada será igual: al término, maestros y alumnos, serán más capaces en el uso de la tecnología de la comunicación; tendrán pleno conocimiento de que, para adquirir nuevos conocimientos, hay otros caminos… y esos son, si, los caminos de las nuevas generaciones.