Desde Esta Esquina.
Melitón Guevara Castillo.
26.08.2020.
Pronto, dentro de unos días, estará en Tamaulipas el Presidente AMLO. Hay incertidumbre por la relación que, en los últimos días se ha deteriorado, con el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca. Entendemos que hay cortesía institucional, pero los hechos dan mucho de qué hablar. Por un lado, se filtran datos de presuntas investigaciones sobre el gobernador; y este, una y otra vez, cada vez que puede, arremete contra el gobierno federal.
El contexto de esa visita, quiérase o no, es el pleito y lo que se avecina para el año 2021, la elección de diputados federales y en la entidad de diputados locales como de alcaldes. Uno quiero conservar el poder, si es que ya no puede acrecentarlo; y el otro, quiere tomar un espacio que estará en disputa en las urnas. Siempre, en la historia política mexicana, en los pleitos entre un gobernador y un Presidente de la Republica, el triunfante fue este.
DESAPARECIAN LOS PODERES.
Antes, cuando gobernaba el PRI, que el Presidente era omnipotente, ganaba todos los pleitos. Como tenía un control total del aparato político, de las Cámaras como del Poder Judicial, tan simple como que recurrían a la desestabilización del Estado; obligando al gobernador a renunciar La lista es larga e, incluso, Tamaulipas sintió el poder central en una ocasión.
Las confrontaciones políticas se dirimían a la fuerza, como los mencionados, pero también en otras había negociación, como la que se da entre dos simples políticos poderosos: había dos caminos. El de la negociación, acuerdos y cesiones, de por medio expedientes políticos. La cuestión es, ¿Qué va a suceder con AMLO y García Cabeza de Vaca. Sabemos que el Presidente quiere la gubernatura; García Cabeza de Vaca, imagino, librarla y no correr la suerte que algunos exgobernadores.
EL TERRENO QUE PISAN.
AMLO sabe muy bien, por otra parte, el terreno que pisa: las diversas encuestas le dan casi la certeza de que su partido va a arrasar en las próximas elecciones. MORENA puede tener mayoría, el control del Poder Legislativo. Si esto llega a suceder, entiéndase, Francisco Javier no es un tonto y bien que sabe el riesgo que puede representar para el Ejecutivo: terminar o no su gobierno, dependiendo de cómo sepa negociar.
Hace días se publicó que el gobernador solicito a la Fiscalía le informaran si hay una investigación en su contra. No sabemos el resultado; formalmente, pueden decirle que no, pero y si, de manera informal, le dan a conocer que saben santo y seña de sus múltiples negocios, del caso de Lozoya y los sobornos; de que efectivamente, por decir, la Unidad Financiera lo pesco con facturas falsas comprobando aplicación de recursos públicos federales. Ahí así, García Cabeza de Vaca, puede saber el terreno que pisa.
EL CONSEJO DE EDGAR.
Es público, y notorio pues, el pleito entre AMLO, Presidente y líder moral de MORENA, y el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, que hace días el líder del PRI Estatal Edgar
Melhem Salinas no tuvo empacho en recomendarle que los pleitos nunca llevan a nada bueno; que sea conciliador, que negocie y logre acuerdos que puedan favorecer a Tamaulipas.
Efectivamente en un pleito, cuando no hay fuerza, alevosía y ventaja, se puede llegar a acuerdos. Por el caso Lozoya se sabe que EPN negocio dos gubernaturas para el PAN, entre ellas la tamaulipeca. Si esto es cierto, pues ahora, ese puede ser el punto de negociación: que así como el Gobierno dejo solo al PRI, ahora dejen solo al PAN y a sus candidatos, que no haya operación política a favor de sus candidatos… que pelen y luchen con sus propios recursos.
EL DEBIL NO SIEMPRE GANA.
Las historias fantásticas son eso, fantásticas. La historia de la humanidad, sobre todo la política, muestra como el fuerte se impone al débil. En la actualidad el poder político federal recurre a dos de sus brazos más poderosos: la Fiscalía y a a Unidad de Inteligencia Financiera. Claro, como dice el Presidente AMLO: el que nada debe, pues nada teme