Todos los pasajeros que viajaban en un vuelo que partió de la isla griega de Zante a Cardiff (Gales) el pasado martes deberán aislarse después de que se registraran siete casos confirmados de coronavirus en el avión.
Los viajeros que se encontraban a bordo del vuelo TUI 6215 se consideran «contactos cercanos» de aquellas personas que dieron positivo por COVID-19.
Esos siete casos de infectados por el virus procedían de tres partes diferentes de ese aparato, según informan hoy medios británicos.
«Estos pasajeros serán contactados en breve pero, mientras tanto, deben aislarse en su casa porque podrían ser contagiosos, aunque no estén desarrollando síntomas. Y cualquiera que tenga síntomas, debería solicitar una cita para hacerse un test sin demora», señaló hoy al canal británico Sky News Giri Shankar, director del servicio sanitario público de Gales.
Shankar agregó que en la investigación sobre el número de positivos por coronavirus registrados en ese vuelo quedó constancia de que «una falta de distanciamiento social, en particular por parte de un grupo de edades entre 20 y 30 años, ha resultado en la propagación del virus a otros grupos de edad».