Por Juan Sánchez-Mendoza
En la víspera el alcalde de Matamoros, Mario Alberto López Hernández, ‘La Borrega’, tomó posesión como presidente municipal –por segunda ocasión, al tratarse de su reelección–, ante un grupo reducido de asistentes, pues él procuró y procura el aislamiento para evitar más contagios por Covid-19.
Habló Mario de las necesidades que aquejan a esa localidad y cuanto se ha hecho en los tres primeros años de su gestión con números, pruebas y ejemplos, señalando que en lo sucesivo redoblará esfuerzos para cumplir su oferta de reivindicar a esa localidad fronteriza.
Quienes hemos constatado el cumplimiento de sus promesas, somos, al final de cuentas, testigos de su historia exitosa al frente del ayuntamiento fronterizo.
En el terreno político-electoral, no hay descartarlo como prospecto a la candidatura gubernamental de morena, pues él (Mario), cuenta con méritos suficientes para mediarse con cualquiera.
Y hasta eso, en todo terreno.
Si Usted ha viajado a Matamoros en los últimos meses, se habrá dado cuenta seguramente de su nuevo rostro: avenidas amplias, limpieza, calles múltiples reacondicionadas en su asfalto, nuevas escuelas, áreas verdes y jardines iluminados, excelente recolección de basura y, sobre todo, apoyos hacia su administración por parte de la sociedad para involucrarse en todos los programas municipales, dándole un voto de confianza a ‘La Borrega’ en su intención de hacerle justicia a Matamoros
Por eso me atrevo a decir que Mario sigue siendo un prospecto para la nominación de morena a la candidatura gubernamental.
¿JuCoPo compartida?
El asunto más polémico que enfrenta la LXV Legislatura del Congreso local a dos días de instalarse formalmente, es la alternancia en la presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), pues la bancada de Movimiento Regeneración Nacional (morena) no cuenta con la mayoría absoluta, y, por esto, el Partido Acción Nacional (PAN) reclama acceder a tal posición en el segundo año del ejercicio constitucional; y en un período del tercer año.
Según la Ley sobre la Organización y Funcionamiento Internos (de ese cuerpo colegiado), la Junta se integra con los coordinadores de cada grupo parlamentario –en esta ocasión son cinco: morena, PAN, PRI, PT y MC–, y toca presidirla, durante los tres años, a la bancada que cuente con mayoría absoluta: la mitad más uno de los 36 diputados.
En caso contrario sólo ocupará la presidencia durante un año y cederá la conducción al grupo descendiente, en número de legisladores, siempre y cuando acrediten un mínimo de 12, para el segundo año.
Y refiere también: “Si solo dos grupos parlamentarios se hallan en esta hipótesis, durante el tercer año… les corresponderá la Presidencia de la Junta de Coordinación Legislativa por sendos períodos de seis meses”.
Acudo a la cita porque hasta ahora morena suma 18 diputados –16 de mayoría relativa y 2 plurinominales–, faltándole 1 para cumplir ese requisito reglamentario, aunque presumo que en votación económica sus aliados del Partido del Trabajo (PT) tratarían de sacarlo del atolladero, para así impedir que el rebaño albiceleste logre la alternancia pese a recuperar una curul de representación proporcional en el último reparto de plurinominales –dictado por la Sala Regional del llamado ‘Trife’–, con sede en Monterrey (NL).
Acción Nacional cuenta con 12, dándole esto derecho a reclamar tener presencia legislativa para presidir la Jucopo en el segundo año de ejercicio.
No obstante, como la reglamentación es ambigua, todo puede pasar al instalarse la LXV Legislatura.
Por vía de mientras, le anticipo, Armando Javier Zertuche Zuani, quien fuera designado por Mario Martín Delgado Carrillo –el dirigente nacional de morena–, coordinador de la bancada guinda en el Congreso local, tiene en sus manos un problemón que debe resolver en los dos próximos días.
Obviamente que aquí cobran cabal importancia los acuerdos que logre establecer con los coordinadores parlamentarios del PRI (Edgardo Melhem Salinas) y del PT (José Braña Mojica), aparte de Gustavo Adolfo Cárdenas Gutiérrez quien es el único representante de MC, pero tendrá voz y voto en la Junta de Coordinación Política por disposición legal.
Pero de entrada la bancada de morena dispondrá del presupuesto y el manejo administrativo del Congreso local, así como de la mesa directiva en sus trabajos iniciales de la LXV Legislatura.
‘Jilgueros probados’
Desde su estreno como diputados locales seguramente subirán a la tribuna con fuertes pronunciamientos algunos personajes, expertos en los debates; y también, en la oratoria.
Edgar Melhem Salinas es uno de ellos; otro Alejandro Guevara Cobos; Gustavo Cárdenas no se queda atrás ni tampoco Zertuche Zuani por haber jugado otrora en estadios mayores. A diferencia del grueso de sus colegas, que, por vez primera, pisarán un recinto legislativo.
Muchos de ellos sin embargo, presidirán las comisiones ordinarias que están relacionadas con la administración pública estatal, así que deberán al menos recibir ilustración exprés, mientras los que van a las de competencia constitucional habrán de ser gente más cuajada en asuntos legislativos.
Las comisiones ordinarias más peleadas, supongo, son Gobernación y Seguridad Pública; Finanzas y la de Vigilancia de la Auditoría Superior, por ser dónde radica el poder, así como la de Presupuesto y Cuenta Pública.
A partir del viernes entrante se verá entonces, con qué fuerza estrenan su cargo los nuevos diputados locales.
Inquietos
El nombramiento de Rodolfo González Valderrama, como delegado federal de los programas sociales, incomoda a algunos aspirantes a la candidatura gubernamental de morena, como se lo comenté hace días en mi columna y a través de redes sociales.
Y es que éstos no suman, sino restan al crecimiento de la 4T, al hacer, de la política, su modus vivendi.
Objetivamente, ninguno de los aspirantes a la nominación ha crecido y no, porque le apuestan a la marca –léase morena-López Obrador–, se han echado a la güeva y dejado a un lado la promoción de un cambio.
Que conste, me refiero los más de diez que ambicionan ser candidatos a la gubernatura.
Cosa que, seguramente, sabe lo González Valderrama.
Y también el mentado ‘Peje’.
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