Dr. Jorge A. Lera Mejía
Hoy hablaré sobre el llamado binomio básico del funcionamiento de una universidad de prestigio, la «Labor de Enseñanza e Investigación».
Es imprescindible reconocer, que una Institución de Educación Superior (IES), si solo se aplica a la labor de la enseñanza-aprendizaje, se queda corta ya que solo ejerce una parte de su misión. Por otra parte, una IES que no investiga e indaga sobre su entorno sociopolítico así como de los retos de la ciencia y la técnica para su autodesarrollo, no avanza en innovar y crear las bases de su propio despegue institucional.
Por lo citado, la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), se encuentra actualmente en una perspectiva importante de su madurez, al ser una universidad que ya tiene las suficientes bases para hacer su propia alternativa de docencia-investigación. Por ello, es necesario fortalecer el desempeño de sus docentes investigadores mediante la generación de espacios para la reflexión y la formación investigativa, en aras de una educación de calidad.
Son los propios profesores de la UAT, sean o no miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), y pertenezcan o no a un Cuerpo Académico, ellos son quienes transmiten el matiz de interacción armónica entre ciencias, disciplinas, tecnología y productividad y el contexto sociocultural, desde un enfoque integrador del pensamiento ético con la educación.
Quiere decir, que el binomio de «Formar y
Enseñar», como funciones de los docentes en la universidad, requieren a su vez de un discurso pedagógico, como dispositivo que genere conocimiento y formación de personas, ciudadanos y profesionales. Ese discurso se debe crear de acuerdo a cada circunstancia y regionalidad desde donde opera la IES, una investigación que sea «universal, pero también, tropicalizada».
Los docentes deben proporcionarles a los estudiantes las herramientas necesarias para conocer, interpretar y comprender la compleja realidad de la región, del país y del mundo, para que éstos intervengan y se comprometan de manera reflexiva y crítica con el proceso de transformación histórica y social, que lleva al mejoramiento de la calidad de vida del hombre y la mujer en sus entornos.
Ante esta nueva realidad, ahora el nuevo Rector de la UAT, que a partir del 1 de enero del 2022 tomará las riendas universitarias, el C.P. Guillermo Mendoza Cavazos, tendrá que aterrizar su nuevo Plan de Desarrollo Institucional, que retome precisamente estos dos bastiones del binomio «docencia- investigacion».
Vale recordar, para saber cómo viene planteando las vertientes de dicho tema, que el pasado 28 de noviembre, se reunió con los titulares de los centros productivos y de investigación de la casa de estudios, a quienes destacó su propuesta de trabajar en equipo, con todo el potencial de sus académicos y especialistas, para impulsar la vinculación y hacer llegar a los sectores de la sociedad, la investigación aplicada y la transferencia de tecnología.
Durante la reunión desarrollada en el Edificio Centro de Gestión del Conocimiento del Campus Victoria, Guillermo Mendoza señaló que, entre los propósitos de su trabajo al frente de la universidad, busca fortalecer el quehacer científico mediante la integración de esfuerzos institucionales en los rubros de la investigación, la vinculación y extensión de los servicios.
En este marco, se expuso un diagnóstico del trabajo que desarrollan el Instituto de Ecología Aplicada (IEA), el Instituto de Ingeniería y Ciencias (IIC) y el Centro de Innovación y Transferencia del Conocimiento (CINOTAM), por parte de sus titulares, los Doctores Arturo Mora Olivo, Froylán Lucero Magaña y Jesús Lavín Verástegui, respectivamente.
Luego de la presentación de cada uno de los centros de investigación, el C.P. Guillermo Mendoza destacó que las fortalezas que tiene la Universidad en esta materia, serán fundamentales para las políticas estratégicas que se integrarán en el nuevo plan de desarrollo institucional de la casa de estudios.
Dijo que la idea es hacer autofinanciables a los centros de investigación y sus productos, y que, además, tengan una fortaleza en la transferencia de tecnología a los sectores económicos y sociales.
“Reconozco que el trabajo es muy importante, el trabajo que han hecho es muy fuerte, la presencia que nos dan y el prestigio es muy importante y marca una diferencia que nos da renombre”, indicó.
Por otra parte, dijo que para posicionar a la Universidad en el desarrollo de las comunidades, cuenta con una plataforma sólida en su producción académica, en investigadores y profesores certificados y en programas acreditados por su calidad nacional.
“La transferencia de tecnología nos va a dar esa parte para fortalecer la presencia que necesitamos, y si queremos sonar fuerte en escenarios nacionales e internacionales, creo que esta es una de las más importantes para llegar a ese objetivo”, puntualizó.
En la primera de las reuniones, el Instituto de Ecología Aplicada expuso los diferentes proyectos que han realizado, entre los que destacan, el desarrollo del potencial ecoturístico en la Reserva de la Biosfera El Cielo, el monitoreo de pastos marinos y manglares en la Laguna Madre, el estudio de la dinámica poblacional de la mosca de la fruta en Tamaulipas, los impactos ambientales asociados a la extracción de gas Shale en la Cuenca de Burgos, innovaciones de semillas de interés agrícola con sustancias orgánicas de insectos, crustáceos y hongos benéficos.
Posteriormente el Instituto de Ingeniería y Ciencias presentó su trabajo en materia de sistemas de información geográfica, desarrollo agropecuario y en la parte ambiental, en los cuales se emplea la tecnología satelital LIDAR de tierra.
Finalmente, el CINOTAM presentó el trabajo de vinculación y los servicios de asesorías que ofrece al sector público y privado en Tamaulipas y de otros estados de la república; una propuesta de Modelo de Gestión y Transferencia del Conocimiento en la UAT, y casos de éxito en el desarrollo de marcas y posicionamiento de productos de pequeñas y medianas empresas.