Por Meliton Guevara Castillo.
«razonamientos lógicos, con valores morales y sobre todo ética», es lo que pidió un amigo de la universidad en un grupo de WhatsApp. No aguanto, no tuvo más tolerancia, a lo que unos y otros publican, difunden, en este proceso electoral. Y es que, bien se ha dicho, una campaña electoral sin guerra sucia, sin mentira, pues no es campaña. Nadie sale limpio, las palabras salpican a unos y otros, por eso, unos ya quieren que terminan las campañas.
Esa es la cuestión, pide el amigo: razonamientos lógicos, con valores morales y sobre todo con ética” y es lo que menos observamos en las campañas políticas, de siempre, no solo de ahora. Hay la certeza, entonces, que en esta campaña hay verdades y hay mentiras; la cuestión, toda una proeza, es diferenciarlas. Entendemos, eso si, que muchas son mentiras cuando el emisor se esconde, oculta su nombre e inunda con información las redes sociales.
CIRCULA EN LAS REDES.
En redes sociales, como el Facebook y twitter, la información es acumulativa, se intercambian calificativos y epítetos; lo único que se diferencia, vamos pues, es que unos tienen nombres y otros no; y por el tipo de información, en ciertos casos, se presume que son bots, cuentas creadas exprofeso para difundir, atacar o defender a uno u otro. Y en este caso, es cuando tratamos de ver las motivaciones del emisor.
Y es que, es común por ejemplo, en los grupos de WhatsApp, que la gente comparta una información y consigne: Circula en redes. Ayer (martes) por ejemplo reciclaron notas del año pasado relativas a una alerta migratoria sobre el Gobernador; como un preludio de lo que pueda suceder en la Suprema Corte de Justicia, este miércoles, en relación con los asuntos que lo involucran en hechos presumibles como delitos… ¿Cómo diferenciar la verdad de la mentira?
VERDADES Y MENTIRAS.
Estoy convencido de que hay verdades porque son ampliamente conocidas. Conocemos, por decir, que Cesar Verástegui estudio agronomía; como también de que viene de la cultura del esfuerzo, que inicio una carrera política que paso por ser líder de su partido, alcalde, diputado federal, Secretario General de Gobierno. Ya ni ha de saber cómo identificar las plagas de las cañas o de los cítricos. La sociedad perdió un agrónomo y gano un político.
En el caso de Américo, todos lo sabemos: es médico cardiólogo, ejerció durante años su profesión. Por eso, un amigo cuenta en las redes sociales: como negarle el voto al Doctor Américo si durante 25 años atendió a mi mama e incluso a mí. Sabemos, también, que ejerció cargos administrativos en el sector salud… no es de la cultura del esfuerzo, hagan de cuenta, es un junior de la política. La sociedad perdió a un médico, cardiólogo, y gano a un político que ambiciona seguir los pasos de su papa, que fue ingeniero y gobernador del Estado.
Las mentiras son muchas. Se consignan todos los días. Y van, de un lado a otro, más en contra del candidato de MORENA, por una cuestión muy simple: no hay denuncias penales, solo denuncias mediáticas, con el fin de lastimar su prestigio y hacerlo perder votos. Y la sociedad tiene una certeza: Américo significa la continuidad, en Tamaulipas, de la política de AMLO; y Cesar, mejor conocido como El Truko, la continuidad de Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
VOTAR, ES LO IMPORTANTE.
Nuestra cabeza, por tanta y tanta información, puede estar trastornada. Sin embargo debemos tener la capacidad para diferenciar la información, sensible o no, y tomar una decisión: el domingo tenemos que salir a votar, solo votando es como la decisión de la mayoría vale; de otra manera, una mayoría fragmentada, convertida en minoría, tomara la decisión sobre quién debe gobernarnos los próximos 6 años.