Arrancará el nuevo parlamento cubano con la elección del presidente

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La Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) de Cuba celebra este miércoles su sesión constitutiva tras las elecciones parlamentarias de marzo y tiene previsto, entre sus primeras decisiones, designar al presidente de la República.

 

Los 470 diputados -en su inmensa mayoría miembros del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal)- han realizado en los últimos días sus propuestas de forma secreta a una comisión de la ANPP.

 

No obstante se prevé que resulte designado sin trabas el actual presidente del país para un segundo y último mandato, según estipula la Constitución. Se trata del primer secretario del comité central del PCC, Miguel Díaz-Canel.

 

Con las propuestas secretas el presidente de la ANPP -que habrá sido previamente elegido- presentará un proyecto de candidatura a los diputados y estos deberán votar de forma secreta. El electo debe lograr más del 50 % de las boletas.

 

Previamente el principal órgano legislativo de Cuba debe conformar asimismo su estructura de dirección, que coincide con la del denominado Consejo de Estado.

 

DIFÍCIL LEGISLATURA

 

El diputado elegido como presidente debe tras su elección ofrecer un discurso de investidura, momento en donde se apuntarán las claves para los próximos cinco años.

 

El telón de fondo de ese discurso serán los difíciles cinco años que deja Cuba atrás, marcados por una crisis multifacética que se evidencia tanto en la actual carestía de combustible, que está paralizando el transporte nacional, como en una oleada migratoria que no cesa.

 

Desde hace más de 2 años la población cubana sufre un grave desabastecimiento de productos básicos -alimentos, medicinas y carburantes- y una inflación desatada que ha doblado en 24 meses el costo de la canasta básica en el mercado formal.

 

La dinámica de precios en el mejor surtido mercado informal es aún más perjudicial para los cubanos, que han visto mermada en los últimos meses su capacidad de compra, especialmente quienes no tienen acceso a divisas.

 

Los apagones son asimismo frecuentes y prolongados -especialmente en los meses más calurosos-, con puntos donde los cortes eléctricos han superado las doce horas diarias. La precaria situación del Sistema Energético Nacional es algo muy complejo de solventar a corto plazo.

 

Tras esa severa crisis se encuentran, entre otras causas, las consecuencias de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y también los errores en la política económica interna.

 

La covid-19 puso en jaque el sistema sanitario nacional -otrora emblema de los logros de la revolución- y supuso un gran golpe para el sector turístico, segundo aporte al producto interno bruto (PIB) y tercera fuente de divisas.

 

El turismo de la isla todavía no se ha recuperado de este embate. Este año aspira a alcanzar los 3,5 millones de viajeros -tras el millón de visitantes extranjeros de 2022- cuando antes de la pandemia logró entre 4 y 5 millones anuales. En comparación, destinos similares como Cancún y República Dominicana están marcando máximos históricos.

 

También lastraron la economía cubana las 243 nuevas sanciones que le impuso la Administración republicana del entonces presidente de EEUU, Donald Trump (2017-2021), y que su sucesor, el demócrata Joe Biden, ha mantenido en su mayor parte, pese a un tibio acercamiento en cuestiones técnicas.

 

En mayo de 2022 se eliminaron o aligeraron algunas medidas, como las restricciones en los vuelos o las limitaciones en el envío de remesas.

 

Pesa aún de forma importante sobre Cuba la decisión de EE.UU. de incluir a la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo, algo que afecta enormemente su actividad financiera exterior. La decisión fue de Trump, pero Biden la ha mantenido.

 

También han afectado negativamente a la economía cubana decisiones de su propio Gobierno, entre las que destaca la llamada Tarea Ordenamiento, que pretendía acabar con la dualidad monetaria pero solo ha provocado una espiral inflacionaria.

 

De hecho, la semana pasada el Banco Central de Cuba anunció que podía volver a depositarse dólares estadounidenses en los bancos comerciales del país tras una prohibición de casi dos años, aceptando una moneda que se emplea en la isla casi tanto como la nacional.

 

La situación del país se ha visto además agravada en los últimos meses por varios desastres, como el estallido del hotel Saratoga de La Habana, donde un escape de gas dejó 47 muertos el pasado año.

 

Destacan también el huracán Ian, que dejó graves pérdidas materiales en el oeste de Cuba el pasado septiembre, y el incendio de los depósitos de combustible de Matanzas, también en oeste de la isla, que además de 17 muertes acabó con parte de las reservas de crudo del país y su mayor infraestructura de supertanqueros.

 

En este contexto, un total de 313.000 cubanos llegaron en 2022 a la frontera sur de Estados Unidos y decenas de miles emigraron o pidieron asilo en países como México y España, una fuga demográfica sin equivalentes en la historia de Cuba.

 

También se han registrado protestas ciudadanas, motivadas principalmente por los problemas económicos, aunque algunas personas esgrimen motivos políticos.

 

Las más numerosas fueron las de julio de 2021, cuando miles de cubanos se manifestaron de forma espontánea y eminentemente pacífica contra el Gobierno. Las autoridades de la isla reprimieron policialmente las marchas y sentenciaron a penas de cárcel de hasta 30 años a cerca de 700 personas.

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