DESDE ESTA ESQUINA.
MELITON GUEVARA CASTILLO.
19.05.2023
TRAGICOMEDIA MEXICANA.
Para escribir no basta el deseo o querer hacerlo. Es pertinente, como en todo, tener una idea y revisar si se cuenta con información al respecto. La rutina diaria, como tarea inicial, es revisar la información del día, en este caso: revisar portadas, leer periódicos (ediciones en pdf), repasar columnas y comentarios políticos y de pronto brota la idea y a darle a la escritura. Solo que a veces, este proceso no funciona, no prende la mecha y me pongo a revisar mis libros: así apareció Tragicomedia mexicana (2 tomos), escrito por José Agustín. La editorial la califica como “Una excepcional crónica de la vida social, política, cultural y económica de México”. Cubre de 1940 a 1980.
Efectivamente la vida de México es una “Tragicomedia”. Bien nos dicen: “Pobre de México, tan lejos de dios y tan cerca de Estados Unidos”. Por otra parte, basta leer algunos libros para darnos una idea de cómo ven, o nos vemos, los mexicanos: Alan Riding, escribo “Vecinos distantes”; Samuel Ramos, “El perfil del hombre y la cultura del mexicano en tanto que Octavio Paz “El laberinto de la soledad”. Y si observamos hoy la vida nacional, fácilmente podemos decir que es una tragicomedia.
EL AGUA DE LA PEÑITA.
Los victorenses estamos viviendo una tragedia cotidiana, no de ayer, ni de antier, desde hace varios años. Es el problema del agua: no hemos entendido que es un recurso natural y que este, tarde o temprano, se acaba. Cuando no hay agua la sequía causa estragos en la agricultura y en la ganadería; pero también en la población y eso lo estamos viviendo. Hace días en el Facebook varios de mis amigos postearon vasos con agua de la llave, toda oscura, que de inmediato decides que no sirve ni para lavar trastes o ropa… pudiera estar más limpia el agua reciclada, ya tratada.
Los que nacimos el siglo pasado, a la mitad más o menos, recordamos como se presumía el agua de “La peñita”; hasta se decía, con jactancia, que quien probaba dicha agua, de plano se quedaba a vivir aquí. Hoy, ni hablar, hagan de cuenta que, decirlo, es un cuento: los distintos pozos que surten a la ciudad se secan; cuando se previó, se trajo el agua de la presa Vicente Guerrero…pero como no llueve, se está secando. Por eso, dijeron las autoridades municipales, el agua sale muy sucia, porque el nivel esta, hagan de cuenta al 10%. Y los hechos, demuestran fehacientemente, que las oraciones de Lalo Gattas no han funcionado.
MIGRACION.
Un problema que no es privativo de Victoria, ni de Tamaulipas, es la migración. Es un problema de medio mundo, sobre todo de los vecinos del norte, de los Estados Unidos. Sin embargo, ese fenómeno tiene manifestaciones a lo largo y ancho de la entidad. Por ejemplo, en el altiplano hay comunidades que no tienen jóvenes: se fueron a Estados Unidos, como braceros, quedan adultos mayores y niños. Y en la frontera, ciudades como Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, la migración internacional es un problema que cada día se acentúa.
Cada día los medios de comunicación, sobre todo las televisoras en sus noticieros, hablan de una nueva crisis migratoria; que se acentúa con las modificaciones que hace Estados Unidos a sus políticas migratorias y México queda entrampado, por ser una vía de paso: vienen de Venezuela, de Colombia, Honduras, Belice, Cuba, hasta de África. Son impresionantes las caravanas; y dolorosos los hechos de secuestros que padecen por el CO. Tristes y lamentables las pérdidas de vida en el Rio Bravo. La migración es, hagan de cuenta, una pesadilla: para los protagonistas que arriesgan su vida, para la población de las ciudades que transitan y, entiéndase, para las autoridades migratorias que se ven rebasadas por la magnitud del fenómeno.
EL POLITICO MEXICANO.
Un problema de México es la condición, la naturaleza, de sus políticos. Recordemos que, desde siempre, el político ha visto al arte de gobernar como una oportunidad para resolver sus problemas económicos; para ellos, tener un puesto de representación popular o de la administración pública, es como un botín: la vía para obtener riqueza, comodidades, traficar influencia, en pocas palabras hacen de la corrupción y la impunidad una forma de vida. Y olvidan que su vocación tiene que ser servir la población, creando las condiciones para un desarrollo, para un bienestar social… y resulta que, cada sexenio, hay nuevos ricos o más ricos y más pobres.
Cada sexenio, sin importar el color del partido que domina, hay evidencias de corrupción e impunidad. Hoy que se pregona ser diferente, observamos un total desprecio por la ley, por la transparencia y la rendición de cuentas. Con la premisa de que son honestos, pregonan, que todos los que se oponen a sus directrices son conservadores; a la clase media se le tilda de aspiracionista y, por lo tanto, de ser parte de los enemigos de la transformación. El Rey del Cash, es una radiografía de la nueva elite política, que trafica con los contratos y las adjudicaciones directas, sin licitar… Es para decir, pobre de México y tan lejos de políticos honestos, preparados y responsables.
TRAGEDIA DE TODOS.
La cuestión es simple: todos padecemos o somos parte de una tragicomedia nacional. Lo somos cuando somos víctimas de una acción pública (del gobierno), o que somos parte de un problema social (la pobreza) o de una irresponsabilidad, una omisión, de quien nos gobierna. Ni como explicar, o evadir, que los victorenses padecemos la irresponsabilidad, o la falta de planeación, de autoridades municipales en relación con los servicios públicos: nos quejamos de la falta de agua, de la pésima recolección de la basura, del estado crítico de la mayor parte de las calles o que, por austeridad, no funciona le energía en algunas partes de la ciudad