ARNULFO IMITA A TRUMP.

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DESDE ESTA ESQUINA.

MELITON GUEVARA CASTILLO.

12.09.2023.

En todo conflicto, quiérase o no, siempre hay una solución. Para encontrarla es menester, en algunos casos, que los involucrados hagan una negociación, una estira y afloja, de tal suerte que entre ambos encuentren un punto de equilibrio. Hay, sin embargo, otra visión de un problema: la imposición del más fuerte o del que tiene, digamos, mejores cartas para presionar, extorsionar dirían otros, de tal suerte que el adversario se rinda y entregue todo lo que le piden.

El conflicto magisterial que tiene, como protagonistas principales, al gobernador Américo Villarreal Guerra y al líder magisterial Arnulfo Rodríguez Treviño, acumula días de plantón ante la Secretaria de Educación, días sin clases para los estudiantes, y todo hace indicar que va a seguir. El líder sindical, de plano, hizo notar que en Gobierno no quieren dialogar. Y es que, también, por parte de Arnulfo hay una postura irrestricta: que se vaya Lucia Aimé… quiere que los principales cargos sean para su gente, que sean afirma, profesores.

LOS CONFLICTOS.

Es obvio que en un conflicto mínimo hay dos partes, bueno una más, que es un tercero afectado. Aquí las partes medulares son el gobernador Américo Villarreal Anaya y el líder magisterial Arnulfo Rodríguez Treviño. Y el tercero afectado, sin la menor duda, son los estudiantes a lo largo y ancho del Estado. Son dos posturas encontradas por las demandas planteadas y la actitud del patrón, en este caso, el gobierno del Estado. El todo o nada no existe en una negociación, pero si en una imposición de fuerza. Y aquí, quiérase o no, la fuerza la tiene el magisterio.

El dialogo y la negociación no existe cuando, una de las partes, mantiene una actitud de no negociar, como es el caso del gobierno; pero es una actitud igual, la del magisterio, puesto que quieren todo, no quieren ceder en nada. Entre los rumores, por ejemplo, se habla de un pliego petitorio de 22 puntos; que fueron resueltos 21, pero el 1 no, que es el que interesa si no al magisterio, si el líder, para tener futuras prebendas y beneficios de tipo económico y político. ¿Quién va a ganar? El que tenga mejores armas, para amenazar y cumplirlas, al estilo de Donald Trump. Amenazar, amenazar y amenazar.

TIBIO Y ENTRON.

En términos generales el gobernador Américo Villarreal Anaya ha sido calificado como tibio, o débil, para tomar determinadas decisiones y acciones. En cambio, el líder Arnulfo Rodríguez, está calificado como de entrón, sin miedo, al saber que no tiene nada que perder. Si esta percepción fuera cierta, tarde o temprano Américo va a ceder al chantaje sindical: la cuestión es cuando y como. Y es que Arnulfo día con día va escalando la intensidad del problema: empezó en Victoria, ya involucro a maestros de otros municipios; primero fueron primarias y secundarias, ahora ya se integran otros planteles.

Las amenazas de Arnulfo van escalando: al ver que la movilización, el plantón, no funcionaba, que el gobierno explica y da otras versiones de los hechos, amago con llevar el plantón frente a Palacio de Gobierno y estar ahí hasta la noche del grito; ahora, se queja de que no hay dialogo, y no lo hay por una razón: no quiere negociar la permanencia de Lucia Aimé en la Secretaria… Pueden darle todo, pero si no se va, el movimiento continua. En términos generales la opinión pública, o los que hacen opinión, están en su contra, pero el resiste con carnes asada, fara fara y mariachis y pasito para allá, pasito para acá, con baile y más baile.

CONFLICTO DE INTERES.

Cuando las dos partes en un conflicto se cierran, no atienden los principios de una negociación, difícil que haya una solución. El conflicto va a terminar cuando, dados los acontecimientos (que pueden ser lamentables) escalen a otros niveles. El Estado, la autoridad, empecinada en que debe haber clases; el sindicato que, no se conforman con los asuntos estrictamente educativas, que ambiciona puestos político-administrativos para beneficiarse con prerrogativas y ventajas personales. El trabajador no puede, o es difícil, que dirija la empresa, esa es la situación.

Y, por otra parte, la ventaja del sindicato, es que la estructura les favorece: por un lado, Lucia Aimé, este lunes 11, pidió a directores, supervisores y jefes de sector que comuniquen, informen, de cómo se están prestando el servicio educativo…pero hay un detalle: los jefes de sector, los supervisores y directores de escuela, son sindicalistas. También están en el plantón, les llevan comida, bailan al son del fara fara o del mariachi.

CARNE DE CAÑON.

Arnulfo quiere posiciones político-admirativas y no hay la menor duda que buena parte de los maestros quieren que en Educación les hagan caso; que los trámites burocráticos no duerman el sueño de los justos; que no haya condicionantes para eficientar, agilizar, las peticiones y tramites normales de los maestros. Están cansados del burocratismo, pero,además, de condiciones injustas en cuestión de prestaciones laborales, de condiciones de trabajo… el cuento es largo, pero de lo que no hay la menor duda, es que los maestros son carne de cañón en los procesos electorales, están organizados para votar y hacer ruido.

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