Por Jesús Rivera
A unas cuantas horas de que la piñatería Ramírez sacara a exhibición la figura de Sarita, la polémica hija de José José, ésta fue vendida a un particular por 800 pesos.
Una empleada del lugar confirmó que la piñata de «Sarita chica» se vendió rápido.
Es más, en realidad, se elaboraron varias versiones de la citada piñata: Una normal, donde «Sarita» viste un vestido negro con motivos geométricos y un ataún del mismo color en la mano izquierda.
La segunda versión es la «Sarita Halloween», con grandes ojos y pelo desaliñado, la «Sarita diabólica», con ojos maléficos, cuernos y un trinche, y la «Sarita Catalina Creel», con parche en el ojo.
También se le habría agregado una pequeña figura en la mano izquierda que simboliza a su padre muerto, José José.
Incluso en las redes sociales hay recomendaciones para las damas: «Recuerden, amigas, sean como Sarita: No entreguen el cuerpo tan rápido».
Dalton Javier Arévalo Ramírez, quien subió a su cuenta de Instagram las primeras imágenes, que después se hicieron virales, dijo que la imagen la elaboró a pedido de los propios clientes que ansiaban «desquitar su coraje»; e incluso las versiones siguientes corresponden a modificaciones también solicitadas por los compradores.
Este lunes al mediodía, ya no había en existencia ninguna versión de la piñata. La empleada dijo que no tiene idea si se volverán a hacer más figuras.
Por lo pronto, el enorme éxito de ventas de la piñata de Sarita es un reflejo del tremendo odio que los mexicanos han desarrollado hacia la persona que impide que el cuerpo del cantante José José sea sepultado en su país de nacimiento.
En alguna fiesta infantil, quizás los participantes han logrado sacar a flote todo su enojo y frustación, al dar garrotazos a la piñata elaborada con pepel, alambre y engrudo.
Y tal vez más de uno quiso que fuera la Sarita de carne y hueso.