Por Jesús Rivera
Tras los acontecimientos ocurridos el fin de semana pasado, donde tres miembros de una familia fueron asesinados por un grupo de la delincuencia organizada cuando circulaban por la brecha que comunica a Congregación Garza, también llamado El Charco, y antes, el incendio de varias casas, inició el éxodo de las pocas personas que quedaban.
Ayer, desde temprano, se empezaron a captar imágenes sorprendentes, donde se veían camionetas cargadas con muebles, mercancía y demás aditamentos.
A pesar de que se implementó vigilancia y se iniciaron las averiguaciones para dar con los responsables de la masacre, prevalece un clima de terror en las rancherías cercanas, como El Grullo, La Llorona, Doroteo Arango, Beatriz Anaya y otras.
La mayoría de los habitantes de El Charco prefieren irse a vivir con familiares en Reynosa o rentar alguna vivienda, antes que ser víctimas del narcoterror.