Lyon.- La Policía Internacional, (Interpol), descubrió un fraude de millón y medio de euros por venta de mascarillas para COVID-19 que incluye a Alemania, España, Holanda, Irlanda y Nigeria, según trascendió hoy en medios nigerianos.
El sofisticado esquema de fraude, utilizó correos electrónicos comprometedores, pago anticipado fraudulento y lavado de dinero, según descubrió la Interpol.
Primero, autoridades sanitarias contrataron a dos empresas de ventas en Hamburgo y en Zurich para adquirir 15 millones de euros en mascarillas para la pandemia.
Los agentes alemanes contactaron a una empresa española cuya página de internet, parecía legítima.
A través de la correspondencia por correo electrónico, la compañía inicialmente afirmó tener 10 millones de máscaras, pero la entrega no se cumplió.
La compañía remitió a los compradores a un distribuidor «de confianza» en Irlanda quien prometió ponerlos en contacto con un proveedor diferente, esta vez en los Países Bajos.
El nuevo proveedor aseguró que la supuesta compañía holandesa podría suministrar los 10 millones de máscaras faciales. Se llegó a un acuerdo para una entrega inicial de 1,5 millones de máscaras, a cambio de un pago inicial de un millón y 50 mil euros.
Los compradores iniciaron una transferencia bancaria a Irlanda y se prepararon para la entrega, que incluyó más de 50 camiones y una fuerte vigilancia policial. El cargamento debía salir de Holanda y llegar a Alemania. Sin embargo, nunca se concretó.
Unos días antes de la entrega, los proveedores informaron que la transferencia no había sido recibida y que solicitaban 800 mil euros para poder hacerla llegar. Fue entonces cuando las empresas de ventas alemanas, se dieron cuenta de que estaban siendo víctimas de un fraude.
La Interpol se movilizó de inmediato y logró congelar el millón y medio de euros, además de localizar los 880 mil que habían sido enviados a una cuenta en Reino Unido que tendría como destino final, una cuenta bancaria en Nigeria.
Autoridades financieras lograron cancelar todo el dinero involucrado, ubicaron a la empresa irlandesa involucrada y lograron detener a dos sospechosos en los Países Bajos.
La Interpol informó que los estafadores ya tenían esa compleja red de operaciones montada, y aprovecharon la crisis mundial por COVID-19 para sacar ventaja.