Tamaulipas y la decisión de AMLO

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DESDE ESTA ESQUINA.

MELITON GUEVARA CASTILLO.

07.12.2021.

 

 

 

Tengo la idea, casi certidumbre, que AMLO en ciertos casos no toma decisiones al botepronto. Y en esas condiciones, sobre todo, en relación a las candidaturas a los puestos de elección, como por ejemplo, las gubernaturas. Así, esta coyuntura, la decisión sobre Tamaulipas creo que la tiene tomada no de ayer ni antier, pueden ser meses o incluso hasta uno o dos años. Y el mejor caso que ilustra, este criterio, puede ser lo que está sucediendo con Claudia Sheinbaum, su corcholata para la candidatura presidencial 2024.

 

No se puede negar que, en ciertos casos, las decisiones si son a botepronto, porque así lo exigen las acciones y el contexto. La salida de Santiago Nieto, por decir, aunque para unos ya estaba tomada su decisión por sus ambiciones políticas; su boda en Guatemala fue el detonante. En el caso de la salida de Scherer como de Olga Sánchez Cordero fueron salidas necesarias y en momentos coyunturales.

 

LA MIRA DE AMLO.

Un político, nos dicen, siempre está preparando la siguiente jugada. En el caso de AMLO, creo que las jugadas ya están, más que vistas, en función a su proyecto de ser el mejor presidente de México; lo dijo bien claro en una mañanera: no quiero pasar como un Presidente mediocre. En estas circunstancias, hay que observar el rumbo y las circunstancias de sus decisiones. Así, buena parte de sus colaboradores, son desechables o se convierten en obsoletos cuando no responden a las expectativas de concentrar más y más poder.

 

Así, en este contexto, es como debemos de mirar, de pensar, de cómo será la decisión de AMLO sobre la gubernatura de MORENA en Tamaulipas. Bien lo dijo Héctor Garza González, no lo dijo por Guasón: no compito por el afecto de AMLO. Y es que, si a esas vamos, los hechos y el avance del sexenio muestran cuan frágiles son, digamos, la permanencia de alguien en el gabinete cuando se equivocan o tuercen su camino: no vale ante los ojos de AMLO, el afecto… vale, funciona, la efectividad en aras de un proyecto.

 

AMLO Y AMERICO.

Hemos dicho, una y otra vez, que la popularidad de Américo Villarreal Anaya es consecuencia del apellido que porta. Y que es candidato a la gubernatura por el hecho de ser senador. Américo fue útil a AMLO y a MORENA en la elección presidencial, porque no tenía, a la disposición a un morenista autentico para ser candidato y ayudara al triunfo. No podía ser, en ese momento, Héctor Garza, porque ya había sido candidato perdedor a la gubernatura; y otros, no tenían presencia ni capital político.

 

Américo sabe, todos lo sabemos, durante un tiempo apareció como el puntero de las encuestas. Pero, ¿Qué ha hecho o desarrollado para ganarse el afecto de los tamaulipecos, mejorar su posicionamiento? Parece mentira, pero no ha realizado, como Héctor, como Rodolfo, Adrián o Maki, reuniones con grupos de simpatizantes. Es más, no se ha reunido con medios y periodistas; ha dado, eso si, entrevistas y los eventos que publican son referidas a sus actividades como legislador. ¿Le recomendarían que no gastara dinero o, simplemente, está convencido de que por suerte le llegara la oportunidad?

 

DECISION POR AFECTO O POR PLANEACION.

¿Por qué Américo no hizo, digamos, una intensa precampaña? Una revisión a todas las precampañas, observamos algunos detalles que vale la pena mencionar: la primera, que fueron campañas a botepronto, sin un orden, sin visos de profesionalidad; hay dos, que si lo hicieron: Rodolfo González Valderrama que, incluso, da la impresión que su candidatura se construye desde el poder al ser ungido como superdelegado, precisamente para que se placeara por la entidad; la de Maki, que a ojos vistos, hasta contrato expertos en comunicación política para buscar torcer una decisión que ya está tomada.

 

Bien lo dijo el Guasón: no compite por el afecto. No, la cuestión es competir por resultados en términos de política; hacer sumas y restas, anotar él debe y el haber, no es suficiente. Estoy convencido de que AMLO ya tomó la decisión y esa se está legitimando, vamos pues, en encuestas que no salen de encuestadoras que, elección tras elección, muestran que tuercen los datos y venden ilusiones políticas. Tamaulipas merece, vamos pues, un gobernador –si sale de MORENA-, que no viole sus principios y que, además, al paso de los años no esté en prisión o envuelto en problemas penales o con acusaciones de enriquecimiento ilícito.

 

LAS EXPECTATIVAS DE MORENA.

Hasta el momento se siguen manejando las expectativas de que MORENA ganara la elección, independientemente quien sea el candidato; sin embargo, los tamaulipecos también tienen expectativas y van acordes a lo que ofrece MORENA: No traicionar, no engañar y no robar al pueblo. Los tamaulipecos estamos hastiados de servidores públicos corruptos, carne de presidio o escarnio de la opinión pública.

 

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