Covid-19, en el último reducto

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LOS HECHOS

POR José Inés Figueroa Vitela

Sin equilibrios institucionales en el ejercicio gubernamental, sometidos los poderes y liquidados los órganos autónomos, el objetivo, camino de la anarquí­a total, parecen ser los medios de comunicación y quienes ejercen profesionalmente el periodismo.

Un buen ejemplo de lo que a nivel macro asoma su rostro siniestro, nos lo topamos con el manejo domestico que a la pandemia –global por antonomasia- del Coronavirus se está dando.

La última semana, las cifras incidenciales se volvieron un galimatí­as, en el monólogo que mantiene la Secretaria de Salud de Tamaulipas, GLORIA MOLINA GAMBOA, de espaldas a los tamaulipecos.

El martes de la semana pasada, hicimos fiesta, porque luego de un largo periodo en que circundó los 350 casos diarios reportados, se bajó a 231 y al dí­a siguiente se lanzaron fuegos artificiales, con fanfárrias y tambores, cuando la cuenta llegó a solo 91.

La confirmación de la inminente “nueva realidad” llegó el jueves temprano, con el anuncio del segundo dí­a con menos de cien casos: 96 contagios era el reporte, que aunque marcaba un incremento en el porcentaje de mortalidad, seguí­a siendo menos a los de la etapa previa.

Pero el mismo jueves, el gozo se fue al pozo, por obra y gracia de doña MOLINA.

Más tarde envió un segundo comunicado a los medios de comunicación, con la instrucción tajante de “sustituir al anterior”.

Entonces ya no eran 96, sino 161 los contagios en el reporte y no correspondí­an a ese memorable jueves 6 de agosto –gracias otras vez por la felicitaciones cumpleañeras que sigo paladeando-, sino del infausto dí­a cuatro.

Resultarí­a que en aquella primera fecha, cuando se habí­a celebrado la disminución importante, no habrian sido 231, sino con la nueva cifra, 392, para anotar un nuevo record… y ahí­ no terminaba la historia, como más adelante veremos.

El viernes 7 de los corrientes, se reportaron 283 contagios, con la aclaración –ya entrados en gastos-, que no correspondí­an a ese dí­a, sino al 5 de agosto, cuando entonces, no se habí­a tocado piso, con 91 casos, como se pensó, sino que en la sumatoria, andábamos por los 374 del tope alto.

El acabose, fue el sábado 8 de agosto, cuando mandaron hasta tres comunicados en un solo dí­a.

El primero, seguí­a bordando en los pocos contagios, 47, pero igual correspondí­an a jornada pasada, la del dí¬a 5, que entonces no sumada dos, sino tres conteos y de los 374 que ya tení­amos –como con las donas bimbo-, nos fuimos hasta los 421, para presumir más records.

El Segundo comunicado, es una oda a la irresponsabilidad, por llamarlo bonito: le pusieron fecha del dia cinco, anuncia un “Segundo conteo” –que en realidad serí­a tercero- del dí­a cuatro y suma 111 contagios adicionales.

Así­, con los 231 casos anunciado en el primer dí­a de las disminuciones, más los 161 que le agregaron el dí­a seis y estos 111, estarí­amos hablando de –déjeme saco la calculadora-… 503 contagios ¡un disparo impresionante para una fecha!

El tercer comunicado sabatino reportó 292 nuevos casos de COVID-19, igual para una fecha pasada; el dia seis, cuando si hacemos caso al desechamiento de los primeros 96 anunciados, nos quedaremos, solo momentáneamiente en esa cantidad.

Ayer se canceló tal intención.

El “primer reporte” –así­ lo llamaron perfilando que luego enviarí­an más- de 90 contagios, lo repartieron entre 37 del dí­a 6 y 53 del dí­a siete.

Luego entonces, aquellos 292 del memorable jueves 6 –otra vez- se estaban haciendo 329 y los 53 del viernes siete, resultarán en un “para abrir boca”.

Ya veremos después.

¿Y por qué hacen eso?, se preguntará usted con razón,

Yo responderé, porque pueden, porque piensan que son eternos, porque están en la idea que nunca nadie les pedirá cuentas, porque tienen a su servicio a otros poderes y están seguros que la opinion pública sucumbirá a sus embates.

Y eso no tiene mayor cosa qué ver con el origen geográfico de la funcionaria esta o el funcionario aquel.

Digo, por quienes gustan de encontrar en el chauvinismo una excluyente a las responsabilidades reales.

«Quien ha perdido la esperanza ha perdido también el miedo: tal significa la palabra desesperado», nos recuerda un amigo de las redes sociales, en la expression de Arthur Schopenhauer (1788 – 1860). Filósofo alemán, considerado uno de los más brillantes del siglo XIX y de más importancia en la filosofí­a occidental, siendo el maximo representante del pesimismo filosófico.

Por esas rutas, inspirados ayer anduvieron otros buenos amigos, como quien abrevó en la sabiduria de don MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA, para repasar en las expresiones intemporales del ingenioso Hidalgo:

“Querido Sancho: Compruebo con pesar, cómo los palacios son ocupados por gañanes y las chozas por sabios. Nunca fui defensor de los reyes, pero peores son los que engañan al pueblo con trucos y mentiras, prometiendo lo que saben que nunca les darán. Paí­s este, amado Sancho, que destrona reyes y corona piratas, pensando que el oro del rey será repartido entre el pueblo, sin saber que los piratas solo reparten entre piratas.”

¿Cuándo?… ¿dónde?

Senadores morenistas, la semana pasada, presentaron una iniciativa de reformas al artí­culo 99 de la Costitución General de la República, para ampliar la jurisdicción en material electoral, que hoy tiene como última instancia a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

La nueva fracción X dirí­a: Para preservar el orden constitucional del país, sin la interrupción de los plazos correspondientes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación podrá, de manera excepcional, atraer la revisión de expedientes en conocimiento de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, cuando ello revista interés por su relevancia, tenga como fin el aseguramiento del respeto al voto público, o exista peligro de derechos de la la autodeterminación de los partidos políticos.

En su justificación de morivos, los legisladores de MORENA hacen un repaso de las últimas elecciones presidenciales, en las que participó quien finalmente llegó a la primara magistrarura del paí­s, pero pudo hacerlo antes, si las instancias electorales hubieran actuado en el pleno ejercicio del derecho.

Hay quienes ven esto, como un intento más de autoritarismo, desde el centro del poder federal, para consmar el control del andamiaje jurisdiccional, para en la manipulación expresa del aparato electoral, prolongarse en el poder a rajatabla.

Otros lo ven como un simple acto de justicia, y retan a los criticos, a demostrar que efectivamente las elecciones han sido justas, libres, independientes, apegadas al derecho y son inventos los acuerdos, manispulaciones, presiones que marcaron el destino electoral en el pasado reciente.

Cada quien habla de a como le fue en la feria.

Perto todo mundo hace lo propio, para que en el futuro, al prójimo le vaya mal

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